Sus personajes se contorsionan en una explosión de colores que no tiene fin... Caderas opulentas, senos desnudos, cuerpos humanos que son coronados por cabezas de animales que conforman un universo personal cuya última remesa se expone hasta el 29 de mayo en la Galería de Arte Magda Lázaro de la capital tinerfeña (calle Numancia, Nº 24). "Mi carácter es tranquilo, pero a uno le pasan cosas que al final se transmiten a la obra", comenta un artista que se siente granadillero. "La pintura se ha convertido en mi mejor forma de expresión", precisa Hugo Pitti.

A estas alturas de la película el sello Hugo Pitti es inconfundible, ¿no?

Eso es algo que está definido por la utilización de colores vivos y las figuras extrañas que aparecen en mis cuadros; esos seres antropomorfos siempre acaban colándose en mis escenas.

¿Cómo debe mirar el espectador que aún no conoce su obra a esas creaciones?

Hay gente que no se termina de creerse que un tipo aparentemente tranquilo pueda hacer esas cosas. Nadie se imagina que detrás de mi timidez exista un mundo oculto de esta dimensión. Hay días en los que siento que yo voy por un lado y los pinceles por otro (ríe)...

¿Pero su pintura es pura agitación?

Mi carácter es tranquilo, pero a uno le pasan cosas que al final se transmiten a la obra. La rabia, la ira, los sueños que en ocasiones terminan siendo una pesadilla es lo que el espectador percibe de mí.

¿Eso es una lucha descarnada entre dos personalidades?

La pintura se ha convertido en mi mejor forma de expresión... La timidez es una barrera que trato de salvar con los pinceles. Pintar es como escribir un relato en el que yo cambio las letras por colores.

¿Por qué hay tantas connotaciones religiosas en sus cuadros?

Una parte de mi pintura sí que está influenciada por las imágenes religiosas. Me encanta meterme en una iglesia y mirar... Ver todas esas iconografías que rodean a los santos. Disfruto expresando cosas a través de los símbolos y el arte religioso es bastante rico a la hora de aprender a manejarte en este terreno. Eso sí, la mayoría de las veces que he hecho algo religioso fue por encargo.

¿En esta exposición se ha atrevido a pintar a la duquesa de Alba?

Eso también fue un encargo que al final no quisieron comprar y me lo quedé yo.

¿De dónde procede su "apetito" artístico por esas formas y colores?

Unos lo llaman realismo mágico, pero eso es algo que estaba dentro de mí y que se agudizó con las diapositivas que veía en la facultad. Matisse, Cézanne, Van Gogh han tenido algo que ver...

¿Hasta qué punto arriesga en sus composiciones?

Es un riesgo desmedido. Sobre todo, porque existe un trapo para corregir lo que no me sirve. Aquí no hay barreras, es decir, si llega el arrepentimiento: trapo.

Los artistas pasan por distintas etapas durante su trayectoria y se reiventan varias veces. ¿Cuál es el momento que vive Hugo Pitti?

No sabría contestar con precisión a esa pregunta. Yo solo sé que me pongo a pintar y ya no paro... Algunos me dicen que he vuelto a representarme en los cuadros. Eso es algo que no sucedía desde hace mucho tiempo. El principal problema que tengo ahora es la falta de tiempo y esto es algo que está muy presente en "Las horas y yo".

¿Falta de tiempo para crear?

Para crear y para organizar mi vida, pero sobre todo para crear... Mi madre está enferma de alzheimer y no hago más que ayudar a mi padre en sus cuidados. La falta de dinero es otro inconveniente, ya que al final te das cuenta de que no puedes vivir del arte.

¿Una firma tan reconocida no puede vivir del arte?

Esta es una profesión como otra cualquiera, pero en la que no tienes una nómina a final de mes. Yo no puedo vivir del arte... Eso me da mucho coraje porque la pintura lo es todo para mí. Un artista no le dedica menos horas de trabajo al día que un abogado, pero los resultados no se materializan en un sueldo.

¿Cuánto tiempo le ha entregado a "Las horas y yo"?

Más de un año. Antes, cuando el tiempo no era mi enemigo, pintaba un cuadro en una semana. Ahora los plazos se han alargado y puedo estar un mes con una obra.

¿Lo que nadie puede negar es que sus historias son cotidianas?

Lo que he vivido en mi familia en los últimos tiempos y otras cuestiones que condicionan mi vida están muy presentes en la pintura. Incluso me he autoconvencido de que transformo la figura humana por cosas que están cerca de mí. A veces castigo en mis cuadros a las personas que me hacen daño.

¿Esa transformación es un castigo?

Los pinceles lo hacen por mí, pero es un castigo. En ocasiones no sé con exactitud a quién colocarle una cabeza porque hay varias personas que se la merecen (sonríe).

¿Siempre tuvo claro que esta era la línea que quería seguir?

Un pintor nace pintor. Luego, hay una serie de mecanismos que se desarrollan para aprovechar todas sus cualidades, pero si dentro de ti no hay un pintor es imposible asumir un proceso creativo.