La actriz Shirley Maclaine fue ayer un atractivo añadido del turístico casco histórico de Las Palmas con motivo del rodaje de la película, "Wild oats", que curiosos y visitantes de la isla han seguido expectantes, con afán de ver a esa estrella de Hollywood. Vecinos de la ciudad que desde tempranas horas de la mañana se apostaron en la zona tras difundirse ayer la noticia de que varias escenas de "Wild oats" se empezarían a filmar allí o turistas que se vieron inesperadamente sorprendidos por lo que ocurría aguardaron estoicamente durante largo rato, cámara de fotos o móvil en mano en casi todos los casos, con ánimo de observarla. Su espera se vio premiada con fugaces visiones de Maclaine subiendo a un coche donde fue trasladada de un lugar a otro del histórico barrio de Vegueta, según cambiaba de localizaciones de acuerdo al programa de rodaje o saliendo de la Casa de Colón, un inmueble centenario que usó ayer como centro de operaciones de la producción. Museo que en este día cerró por esa razón sus puertas, provocando decepción en diversos visitantes que se acercaban con ánimo de recorrer sus instalaciones, pero entre los cuales no faltaron quienes se sintieron compensados al saber que tal vez tendrían la posibilidad de presenciar el trabajo de la estrella en directo. La mayor ocasión para ello se produjo cuando Maclaine, que da vida en esta ficción a una viuda estadounidense que decide darse un gran viaje a Canarias con su mejor amiga (Jessica Lange), tras recibir por error una indemnización de 900.000 dólares de una compañía aseguradora, estuvo rodando un buen tiempo en la terraza de un bar.