Los videojuegos "indie" están de moda. Son títulos creados por una única persona o un pequeño grupo que no suele contar con apoyo financiero o campaña de publicidad convencional. La décima edición de Gamelab, los "goya" del videojuego, que entregó la semana pasada la Academia Española de las Artes y las Ciencias Interactivas 2014, galardonó a tres videojuegos "indie" con cinco de once premios.

Canarias no es ajena a este renacimiento del juego digital en España. La tinerfeña Promineo Studios es el caso más destacado. Tras varios lanzamientos para smartphone ha conseguido posicionar a la isla en el panorama con el inminente lanzamiento internacional de "Feed My Alien". No son los únicos. Pixelfan es un estudio de creación de videojuegos en Tenerife que cuenta con dos años de existencia, aunque casi todos sus integrantes llevan poco tiempo, ya que "ha ido yendo y viniendo", indica su fundador, Jacobo Caraballo. Es un grupo conocido en la escena "indie" de la Península gracias a su participación en la web de juegos "Mediavida", que ha promocionado sus trabajos.

El pasado fin de semana presentaron sus creaciones en el festival de videojuegos Gamergy, uno de los más importantes del país. "No queremos quedarnos estancados en la Isla y tras nueve creaciones es el momento de que conozcan al equipo. Es la forma que tienen los creadores de videojuegos de acercarse a sus jugadores", destacó Caraballo. Curiosamente, la distancia física puede suponer una cercanía en el mundo digital. Francisco "Chesco" Aguilar es su integrante más joven y considera que la distancia ayuda en ocasiones a contactar con personas e, incluso, a "crear lazos de amistad en los que contactamos diariamente y nos aconsejamos de como mejorar nuestras creaciones", destacó.

Aún no se ganan la vida creando videojuegos y por ese motivo realizan otro tipo de trabajos para mantenerse. Como otros emprendedores se quejan de no poder constituir la empresa al tener que pagar cuando no han podido ni facturar un euro. Quizás por ese motivo el desarrollo "indie" de juegos, más que un trabajo, es una pasión que presenta los mismos problemas que sufren los jugadores al intentar superar una misión. "Trabajamos en un proyecto en que sabemos que sufriremos y discutiremos para resolver los problemas. El próximo durará un año y medio", indicó Aguilar. Y experimentan al mismo tiempo la recompensa de superar una prueba cuando acaban el juego: "Tras estar tanto tiempo luchando, acabarlo es una celebración en la que disfrutamos de los comentarios de la gente. Y poco después, volver a empezar con el siguiente juego", destacó Caraballo.

Este joven estudio recibe de momento su recompensa en los buenos momentos que dejan sus creaciones. Caraballo se quedó muy impresionado con una joven de las islas: "Una youtuber se grabó una partida con un juego nuestro durante tres horas. Mientras jugaba se reía y sus comentarios... Es una sensación muy gratificante".

Nueve juegos en dos años

Lo que empezó como un grupo de amigos que se unieron para crear videojuegos se ha convertido en un estudio con nueve creaciones que pueden disfrutar gratuitamente. La mayoría son juegos casuales (de mecánica fácil de entender) de géneros populares:plataformas, acción, “runner”, aventura gráfica e incluso RPG (juego de rol). Algunos se han creado en una Ludum Dare, torneo que se celebra desde 2002 en el que se compite para crear el mejor juego y durante un fin de semana.