Imagínense por un momento que en Canarias existiera una biblioteca municipal, de consulta pública y gratuita, dedicada exclusivamente al mundo del teatro cuyo principal objetivo fuera la catalogación, formación y divulgación de las artes escénicas en todas sus vertientes: desde la interpretación actoral o la historia mundial del teatro, hasta la semiótica, las nuevas dramaturgias o las revistas especializadas, sin olvidar la cartelería de los espectáculos más relevantes de la historia del teatro canario. ¡Una Alejandría escénica que intentara acumular todos los saberes y los hallazgos del arte dramático de todo tiempo y espacio! Sí, ya sé que si el teatro no es lo suyo, ese sueño le importa más bien poco, pero para los frikis del teatro -¡que los hay! - esas cosas ponen los pelos de punta.

Pues esa biblioteca existe en Santa Cruz de La Palma desde el año 2011 bajo el nombre de Biblioteca Municipal de Teatro Antonio Abdo, en reconocimiento a uno de los actores más veteranos de la historia del teatro palmero. (A Pilar Rey, la otra cara del teatro insular y eterna compañera de Abdo, Santa Cruz ha dado el nombre de la Escuela Municipal de Teatro, que dirige el compañero Carlos de León). Se trata de la única biblioteca municipal que en toda Canarias está especializada íntegramente a asuntos escénicos.

Cuenta por ahora con un fondo de más de tres mil volúmenes ampliado gracias a donaciones públicas y particulares tales que el Instituto Polaco de Cultura, la Biblioteca del Museo Nacional del Teatro de Almagro, los archivos de la Junta Provincial de Santa Cruz de Tenerife de la Asociación Española de Teatro para la Infancia y la Juventud, o el Departamento de Publicaciones del INAEM con colecciones del Centro Dramático Nacional, y de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Esto en cuanto a los fondos y archivos, propiamente; luego están las actividades y encuentros puntuales que organiza: el club de lectura, las dramatizaciones y el teatro leído, los talleres de escritura teatral impartidos por grandes dramaturgos contemporáneos como José Ramón Fernández (Premio Nacional de Literatura Dramática 2011), el Día Mundial del Teatro o el Concurso Insular de Obras de Teatro escritas por Niños y Jóvenes, que este año ya va por su trigésima primera edición. Los mayores culpables de que todo este tinglado teatral sea una realidad son Antonio Tabares y Víctor Hernández Correa, aunque seguramente no sean los únicos.

Por si fuera poco, la biblioteca se encuentra justo enfrente del teatro Circo de Marte, que es junto con el Teatro Chico, una de las joyas arquitectónicas de Santa Cruz de La Palma, pero también un emblema ya del teatro canario, lo que la ha convertido en lugar de paso de todo artista que viene a representar a la isla: Juan Luis Galiardo, Antonia San Juan, Álvaro Lavín, Isabel Ordaz, José Luis Gómez, Lola Herrera, y por supuesto todo el mundillo de la farándula canaria.

Como comprenderán, desde que la biblioteca ha empezado a abrir cinco días a la semana, no consigo quitarme de la cabeza aquella cancioncita que decía: "Yo quisiera volver a La Palma".