Hay momentos en los que un cambio de rumbo resulta trascendental, sencillamente vital y Jonathan Pomares es un ejemplo. Este joven, criado en una familia de pescadores y que tras titularse como patrón de cabotaje se echó a la mar, decidió un buen día poner pie en tierra. Desde entonces no ha dejado de alimentar su verdadera pasión: la cocina.

Después de formarse en el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife y completar su periodo de aprendizaje en restaurantes de la Península y también del extranjero, este chef viró y puso proa hacia la Isla, donde "derivó" hacia varios locales.

Hace unos meses y junto a Cristina Hernández se ha embarcado en la aventura de regentar su propia casa, en desarrollar sus propias ideas. El local elegido para el "atraque" se ubica en la plaza Curtidos, bajo el colegio La Salle, donde antes oficiaron Víctor Cruz, con La Cuchara, y Rasoi, con la cocina hindú del particular Sidartha.

Entremigas asoma ahora con un aspecto "más diáfano" y una cocina que su chef define "de corte clásico, con toques personales", donde se apuesta por ofrecer medias raciones, un servicio rápido y una carta "equilibrada, bien dimensionada", que ofrece una serie de platos (hasta 25) que representan la "columna vertebral" y una rotación en función de la temporada y también de las posibilidades que brinda la oferta.

El sobrenombre de mercabar se ha incorporado con el propósito de darle apellido a una filosofía en la que se destaca la cercanía con el entorno inmediato, la frescura de un producto que procede del mercado, una elaboración justa y precisa...

Los platos se presentan a la vista del comensal de una manera plenamente reconocible, desde un arroz con carabinero o con gamba roja, pasando por un rabil (atún) con batata; una original fajita de cordero con cous-cous; un tartar de sama ahumado con sésamo... El tradicional cherne o un mero amarillo, además de las papas con mojo, también se cuecen en los fogones de Entremigas.

La impresión es gratificante, acompañada por unos vinos diferentes, que apuestan por cambiar la rutina habitual y buscan sorprender.

En el capítulo dulce manda lo casero. Eva se afana en elaborar delicias como el chocolatísimo (que fusiona chocolates blanco, negro y con leche); la original tartita de cerveza negra con crema de queso; la crema de Cointreau con naranja y galleta; un flan de queso o también un mojito de mango.

La cita, de lunes a sábado de 13:00 a 16:30 y entre 20:00 y 23:30 horas, y el teléfono 922 19 85 44.