La cantante Pastora Soler, que ayer anunció que deja su carrera musical "por miedo escénico", sufría mucho antes de los conciertos, y prepararlos suponía para ella "un auténtico suplicio", dijo ayer su representante y hermano, José Luis Sánchez.

Sánchez ha dicho que desconoce el tiempo que la cantante estará retirada de los escenarios, "que pueden ser seis meses, un año o dos años, el tiempo necesario para volver a coger la confianza que ella necesita, porque preparar los conciertos era un suplicio, no dormía, no hablaba para que la voz no sufriese y así no podía seguir".

No obstante, ha destacado la profesionalidad de la artista, ya que "el público no notaba nada y lo daba todo en el escenario", pero ahora, ha tenido que parar su carrera "porque lo importante es ella".