La lectura y la tertulia, el debate y la transmisión del conocimiento forman parte del ideario fundacional del Real Casino de Tenerife, que se constituyó en 1840, con una primera sede en la plaza de La Constitución, y precisamente bajo el nombre de Gabinete Literario y de Recreo.

Aunque su fondo bibliográfico antiguo no represente a los ojos de un experto un valor extraordinario, en buena medida porque no contiene "ninguna pieza única" y en comparación con otras colecciones, se puede considerar que la biblioteca de la sociedad muestra "un rico fondo antiguo".

Así lo explica Carlos Benítez Izquierdo (Santa Cruz de Tenerife, 1978, bibliotecario en el Real Casino de Tenerife, animado por un "deseo altruista", tal y como explica, y aportando a la sociedad sus conocimientos sobre documentación, archivística y libros en su condición de Licenciado en Historia y como profesional en el Archivo Histórico Provincial.

Precisamente, este socio ha asumido el papel de comisario de la exposición que bajo el título "Con letra impresa: el Real Casino de Tenerife a través de sus fondos bibliográficos" se muestra al público hasta el 15 de mayo.

De un fondo que cuenta con más de 6.600 volúmenes, la muestra sintetiza en nueve vitrinas temáticas los valores de piezas tan destacadas como una primera edición de 1772 de la "Historia General de las Islas Canarias", del ilustrado y religioso José de Viera y Clavijo; la primera edición de "Fortunata y Jacinta", del novelista y dramaturgo Benito Pérez Galdós, fechada en 1887, o un ejemplar de "La Corona Gótica, del escritor y diplomático Diego Saavedra Fajardo, impreso en Amberes (Bélgica) en 1739.

Este particular recorrido a través del tiempo se inicia con el libro más antiguo de cuantos existen en la colección, fechado en 1719, escrito en francés y en el que se describe cómo era la corte en tiempos de Felipe V, hasta el más moderno entre los antiguos, que puede situarse hacia 1920.

Desde compras a donaciones, como los ejemplares que el Club Inglés regaló al Casino, obras de literatura, historia, temática militar, publicaciones periódicas... "se expone lo más representativo, aquello que nos puede dar una idea global del conjunto bibliográfico", señala Carlos Benítez, quien afirma que "no sólo los santacruceros desconocían la existencia de esta colección, sino también muchos socios" que se han sorprendido al descubrir un perfil poco conocido de la sociedad.

El estado de conservación de los ejemplares "es bueno, en general", precisa el bibliotecario, quien señala cómo en cada vitrina figura un pequeño texto que contextualiza las obras y en algunos casos descubre detalles anecdóticos, como el de la firma del primer propietario, apuntes, notas, dedicatorias...

Por la condición del personaje destaca un ejemplar sobre la historia del general Valeriano Weyler, miembro de la sociedad; llaman la atención también las encuadernaciones vistosas y coloristas; los artísticos diseños de ilustradores y pintores; un libro de viajes... Las páginas de un tiempo.