Unas cuatrocientas personas fueron víctimas en La Palma, directas o indirectas, del alzamiento nacional promovido por Franco en el año 1936, según el estudio realizado por el químico y profesor emérito de la Universidad de La Laguna Alfredo Mederos, que incluye un listado con los nombres de los fallecidos, sus ocupaciones laborales, su adscripción política y otros detalles sobre sus vidas en muchos de los casos.

"Víctimas de la guerra y de la represión franquista en La Palma", que ha sido publicado por el Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC), completa la trilogía que ha dedicado este estudioso palmero al acontecer de este periodo histórico en la Isla Bonita, integrada además por los títulos "República y represión franquista en La Palma" y "La conspiración contra la República en La Palma. La represión franquista en Las Breñas y Fuencaliente".

Este investigador del pasado no tan lejano de su isla natal, que contribuye a recuperar la memoria histórico de una realidad ya olvidada, aclaró que "La Palma fue la única isla en la que fracasó el golpe de estado de 1936, motivo por el que sufrió una fuerte represión. El golpe triunfó en las otras seis islas, aunque hubo resistencia en Tenerife, Gran Canaria y La Gomera, pero fueron aplastados en pocos días".

El caso de La Palma fue diferente. "La Isla siguió fiel a la República y eso hizo que los golpistas enviaran desde Gran Canaria el crucero Canalejas con fuerzas militares y milicias franquistas el 25 de julio de 1936 a conquistar la Isla. Dio unos cañonazos y se hizo con la capital, además de conquistar el sur de la Isla y Los Llanos de Aridane porque había carreteras".

Al parecer, el resto de la isla fue un poco más complicado. "El norte era más escarpado y no pudieron reducir la isla hasta el 7 de agosto de 1936, con la ocupación de Santo Domingo en Garafía, último bastión de la República. Esto hizo que muchos palmeros huyeran a los montes, los conocidos como alzados, los huidos, que se escondieron en cuevas. Hay un estudio de Salvador González Vázquez sobre este tema".

Esta actitud beligerante de los palmeros, que defendieron la legitimidad de la República elegida democráticamente, originó que la Comandancia General de Canarias impusiera una durísima represión en las Islas donde había habido resistencia y, en especial, en La Palma, donde había fracasado el golpe de Estado.

Mederos incidió en la idea de que su principal aportación en este trabajo, con más de trescientas páginas, ha sido cuantificar las víctimas registradas en La Palma por la movilización de soldados en aquel triste episodio. "En este tercer libro hacemos una revisión global de todas las víctimas, porque incluyo las que hubo entre los soldados movilizados por los franquistas y que fueron obligados a combatir en los frentes de la guerra en la Península. Contabilizamos unos trescientos".

En la segunda parte se refieren las víctimas, directas e indirectas, de la represión en la isla, cifrados en unos cien. "En esta sección están los llamados desaparecidos, que se sacaban de los cuarteles militares para asesinarlos, que fueron unos cincuenta. Además de los muertos en las cárceles y campos de concentración, recogemos a las víctimas a consecuencia de las palizas y enfermedades derivadas de aquellos maltratos sufridos durante las detenciones y los que murieron en los campos nazis cuando al acabar la República huyeron a Francia", matizó.

Este inquieto investigador ha consultado todos los archivos existentes en los diferentes ayuntamientos de La Palma, además de los de la capital, adonde se llevaron todos los archivos militares del antiguo cuartel de San Francisco y donde están registrados los juicios sumarísimos que se aplicaron a algunos detenidos.

También escudriñó la información existente en la subdelegación del Gobierno y en la Comandancia Militar de Canarias en Santa Cruz, algunos libros publicados sobre el tema, documentación de historiadores como Pedro Medina Sanabria, y fuentes orales que utilizó para completar las lagunas existentes en algunos ayuntamientos donde "desaparecieron" los archivos, como también ocurrió con algunos detenidos de los que nunca más se supo.

"La única novedad que incluyo en este libro son las víctimas que fueron movilizadas para la guerra. Fue un castigo fuerte porque en La Palma fueron trescientos y en Canarias unos tres mil".

Por último, el nuevo libro de Mederos también contiene cinco anexos, entre los que destacan uno sobre los palmeros fichados como masones antes del alzamiento nacional, otro sobre la constitución de la fuerza armada franquista Acción Ciudadana, otro sobre las revistas de la milicia falangista en La Palma y otro centrado en los informes sobre los profesores del instituto de Santa Cruz de La Palma.