Admite que su obcecación por vivir durante más de cinco décadas alternando aventuras musicales, teatrales o cinematográficas ha acabado por normalizar una situación que al principio de su carrera generó confusión. "Hubo un problema de ubicación (ríe)... Muchas personas no sabían muy bien dónde colocarme y tiraron de dos ideas: esta actriz que canta o la cantante que ahora es actriz", reproduce la madrileña Ana Belén antes de valorar su inminente regreso a Canarias. "Canciones regaladas" es el título del tour que ha conseguido reunir siete años después a la pareja musical compuesta por Ana Belén y Víctor Manuel, un espectáculo de gran profundidad que aterrizará el próximo 19 de septiembre en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna, a partir de las 21:00 horas, de la mano de ArteValle Producciones. "Yo he vivido buenos momentos profesionales en las Islas", apunta la intérprete.

¿Por qué han tardado tanto en volver?

La excusa era el disco, pero nos hacía muchísima ilusión tocar juntos y reunir al grupo. Nos apetecía regresar al directo y el proceso que creció en los ensayos previos fue muy enriquecedor. Esto no es fruto del típico arrebato que nace cuando unos músicos se plantean montar una gira: "Bueno, sí, pues habrá que hacerla...". A pesar de las serias dificultades que vive en la actualidad la industria musical de este país, los dos entendimos que este era el momento más adecuado para volver.

Al margen de "Canciones regaladas", que por otra parte tiene un gran peso artístico, esta es una gira llena de recuerdos musicales que casi rozan la categoría de himnos.

Nuestro bagaje como artistas está en cada una de esas canciones y yo no quiero renunciar a ellas. No es Ana Belén la que no quiere renegar de las canciones que la han traído hasta aquí; creo que ningún músico debería hacerlo.

Uno de esos "regalos" le llegó a través de "Contamíname", ¿no?

¡Qué buena canción! Cuántas alegrías nos ha regalado "Contamíname". Algunos de esos instantes los viví al lado de Pedro Guerra. Esa es una de las canciones, supongo que él también estaría de acuerdo, que en un momento dado dejan de pertenecerte porque el público las hace suyas.

Antes mencionó de pasada el mal momento que vive el sector musical, ¿esa crisis es ampliable a la cultura en general?

La madre del lío en el que nos han metido es el desdén con el que la clase política trata a la cultura, el no proteger o aceptar que esto es muy importante para la integridad de un país. La cultura es la historia pero, sobre todo, la imagen de un país. Ahora que tanto hablan de la marca España conviene dejar claro que España es Goya, Velázquez, Barceló... Pero esa marca también la construyen músicos, escultores y escritores que se esfuerzan todos los días por buscar elementos que tengan un verdadero interés cultural. Ese es el reflejo que un país transmite al mundo y en ese sentido España lleva muchos años mostrando sus debilidades culturales.

¿Usted nunca creyó que fueran a realizar una rebaja del IVA cultural, ni siquiera como una posible arma electoral?

Todo eso se incluye en una estrategia diseñada con la intención de castigar al mundo de la cultura y, por supuesto, a las personas que forman parte de él... Los políticos han jugado a la ambigüedad lanzando globos sondas, porque si no, de dónde van a salir esos comentarios que tienen una vertiente de tanteo, para determinar el grado de cabreo de los creadores. Este asunto ya me aburre y es cansino porque el IVA Cultural solo es la puntilla de un maltrato perpetuo de la clase política hacia los artistas. Hace años que se esfuerzan en romper un tejido cultural del que viven muchas personas, no solamente los actores o cantantes. Nosotros somos los que estamos en el punto de mira, pero en la parte menos visible hay familias que están sufriendo igualmente ese maltrato.

¿En su caso, por aquello de ser actriz y cantante, ese maltrato o castigo se multiplica por dos?

Me siento igual de mal que cualquier otra persona que se dedique a esto (silencio)... No creo que tenga que quejarme más o gritar más fuerte por el hecho de tener la posibilidad de desarrollar distintas facetas artísticas.

Por cierto, hace unos años vino al Leal de La Laguna con "Fedra". Ese teatro acaba de cumplir 100 años. ¿Qué recuerdos conserva de ese espacio?

Es un lugar hermoso; un teatro tan recogido y bello que te hace sentir muy cómoda cuando estás en él. No quiero ser demasiado pesada con el mal momento que vivimos, que por otro lado es una generalidad de este país, pero la gente que nos dedicamos al teatro tenemos que agradecer que existan lugares tan mágicos como el Leal. El ingenio se agudiza con las crisis, pero por muy vivos que estemos los actores siempre necesitamos un respaldo empresarial.

Curiosamente, en ese mismo teatro usted interpretó un "Siboney" que se incluye en "Playing Lecuona", un documental que hace unos días ganó en su categoría el Festival de Cine de Montreal.

Sí... ¡Qué gran noticia me acaba de dar! No sabía nada. Ni siquiera he podido ver aún el documental. Sí que oí mi audio, pero me alegra muchísimo, no solo porque haya trabajado en ese proyecto, sino por todo lo que significa el triunfo de una pequeña aventura que nació con una gran ambición. Ana Belén solo fue una pieza más que compartió una bonita canción con Michel Camilo; la belleza estaba en "Playing Lecuona".

¿Chucho Valdés amenaza con cambiarse de nombre si ese trabajo no gana un Grammy?

Eso lo dice porque Chucho Valdés es una persona ambiciosa... ¡Qué bueno! Lo cierto es que es un documental que está bastante bien armado en la parte musical. Ahora que sé que las críticas son favorables y que incluso hay premios de por medio aumentan las ganas de ver un documental que desde el principio me transmitió buenas sensaciones.

¿Al final todo se reduce a una cuestión vitalista?

Pero esa es nuestra gran suerte; somos capaces de salir a un escenario con un palo y una escoba y hacer un monólogo. Eso podemos hacerlo con mayor o menor habilidad, pero no es justo porque hay personas que viven de la cultura en un segundo o tercer plano.

¿Es más preocupante el empobrecimiento cultural que no está conectado con la falta inversión económica, pero sí con una ausencia de contenidos de mayor calidad para la ciudadanía?

La telerrealidad está empobreciendo nuestras vidas, o la de las personas que han decidido sentarse en un sillón para ver cómo un señor se corta las uñas... Eso no requiere ningún esfuerzo intelectual y, desde luego, yo me seguiré resistiendo a entrar en un juego tan absurdo.

¿Mucha gente sigue convencida de que Ana Belén ha hecho algún pacto extraño para continuar tan guapa?

No crea que esa pregunta no me joroba (sonríe)... Básicamente me preocupo por estar bien porque tengo una imagen pública que cuidar. Más allá de todo ese secretismo y especulaciones lo que más me importa es estar bien conmigo misma y no guapa para los demás... Cuando puedo, que no suele ser tan a menudo, y el cuerpo me responde voy a bailar. Estar activa me proporciona tranquilidad y eso es fundamental a la hora de disfrutar la vida sin agobios. No tengo secretos de belleza; todo lo sana que estoy se lo debo al trabajo y a las ganas de vivir.

¿Pero algo de misterioso tiene que existir para manejarse tan bien en dos planos tan difíciles como el mundo de la música y el de la interpretación teatral o cinematográfica?

¿Misterio? Creo que hace tiempo que dejó de serlo (pausa)... Eso lo hago de forma natural porque no tengo problemas para expresarme como actriz o como cantante. Al final todo ese debate sobre si soy más o menos un ser polifacético se reduce a la simple necesidad que tengo de comunicarme con el público. Lo que menos importa es la disciplina que elija para hacerlo. Eso sí, lo bueno es que con el paso del tiempo los espectadores me han aceptado tal y como soy. Siempre he manejado mi vida artística sin ataduras, sin miedo de salirme de la música después de disfrutar con las alegrías de un éxito y con la libertad de saltar de un lado a otro sin hacer demasiado caso a los comentarios. Cuando empecé en todo esto se dio un problema de ubicación... Muchas personas no sabían dónde colocarme y tiraron de dos ideas: "esta actriz que canta o la cantante que ahora es actriz", decían o escribían. Me considero una mujer muy obcecada y eso es lo que me permitió normalizar mi vida artística. Soy la misma en el cine, la música o el teatro: ni una cantante pura, ni una actriz pura.

Vea aquí el videoclip del tema "No sé por qué te quiero" interpretado por Ana Belén.

"Canciones regaladas", un disco que viene avalado por unos títulos que llevan la firma de Astor Piazzolla, Billy Joel, Chico Buarque o Leonard Cohen, es el inyector de una gira que el próximo fin de semana llega a las dos capitales tinerfeñas con la supervisión de ArteValle Producciones. "Nos está saliendo bien", destaca la cantante que estuvo nominada en dos ocasiones a los Grammy Latino. El Pabellón Insular Santiago Martín de La Laguna, pues, recibirá el 19 de septiembre a los protagonistas de un tour incluido en el programa del Festival Mar Abierto 2015, que no se armaba desde hace siete años. Dueña de dos menciones especiales del público del Festival de Cine de San Sebastián por sus papeles en "La corte del faraón" (1985) y "Morbo" (1972), Ana Belén ha participado de una manera u otra en la grabación de más de medio centenar de discos. Muchos de los éxitos que se escalonan en su faceta como cantante sonarán el sábado en La Laguna. "Llevamos de todo un poco", puntualiza uno de los pilares de una actuación en la que van a sobrevolar los recuerdos de títulos como "La Puerta de Alcalá"; "Lía"; "No sé por qué te quiero"; "Peces de ciudad" o "Luna". Y es que la artista sabe de antemano lo que el público espera de ella y de Víctor Manuel cada vez que pisan un escenario. "No tenemos la sensación de que en algún momento nos fuimos porque todas esas canciones se quedaron con ustedes".