Se llama Antonio Contreras, sufre sordera, escoliosis y problemas motrices, estudia Comunicación Audiovisual y ha hablado con varios apasionados del periodismo para conocer las claves de su trabajo: Antonio García Ferreras, Jordi Évole, Iñaki Gabilondo, Ana Pastor y también con el presentador El Gran Wyoming.

Las "conversaciones", que no entrevistas -precisa Contreras (1994) a Efe- han sido recogidas en un libro: "Palabras sabias a oídos sordos" (Rocaeditorial), con prólogo de Fran Llorente, que se presenta el 15 de septiembre en la Casa del Lector de Madrid.

La idea le llegó, explica el autor, por medio de la editora Teresa Peyrí, que lo convenció de que él podía hacerlo. Y se fijaron en estos profesionales porque son "pura pasión por el oficio", practican diferentes aspectos de un periodismo "muy comprometido" y son muy conocidos.

También hay miles de periodistas íntegros, peleones, vocacionales, columnistas, fotógrafos, redactores, cámaras que merecen su propio libro, agrega Contreras.

Le interesaba mucho conocer su infancia, lo que hay detrás de la imagen pública de cada uno, sus inicios, qué dificultades tuvieron, cómo las resolvieron y qué opinión tienen del periodismo.

Además, habló con gente que les conociera como hermanos, amigos de infancia o hijos para completar el "retrato".

Son personas "interesantísimas", es la conclusión del autor, sorprendido por el nivel de "autocrítica" de Ana Pastor y la cantidad de "mundos" (aficiones y pasiones) que tiene García Ferreras.

De Évole, destaca Cornellà, su ciudad como personaje. "Cornellà es la mezcla, la calle, la viveza, el colectivo ayudándose unos a otros..."; y Wyoming "no tiene desperdicio", asegura, de cada recuerdo hace un monólogo "brillante".

Sobre Gabilondo, comenta que contestó a todos los temas con profundidad, por delicados que fueran: "Ahora entiendo su prestigio y porqué los demás me lo ponían de ejemplo", enfatiza.

Contreras, que estudia en la Universidad Carlos III, ha "respirado" desde pequeño el mundo de la televisión, donde trabajan sus padres y varios tíos, y le encantan las tecnologías, los nuevos medios como YouTube y los videojuegos.

Sobre sus circunstancias personales, indica que no lo piensa: "A cambio, tengo un carácter bastante alegre y optimista".

Admite que ha tenido muchísima ayuda toda la vida, tanto de la familia como del colegio Tres Olivos. Ahora, en la universidad, también la tiene, si lo necesita, para escuchar mejor en clase. Lleva un audífono y un implante coclear en un oído.

"Soy un ejemplo -subraya- de que, dando a la gente la ayuda que necesita, se puede superar casi todo".