La noche del pasado viernes, el tenor tinerfeño Celso Albelo interpretó la primera de las siete funciones programadas en el Metropolitan Opera House de Nueva York (MET) bajo el rol de Leicester de la ópera "Maria Stuarda".

Más allá del "miedo escénico", reconoce que ciertamente impresiona un "templo" con un aforo para 5.000 personas, además de una majestuosa historia. "Quiero pensar que esto es el premio a una forma de hacer las cosas desde el rigor, la seriedad y tratando siempre de poner un sello personal a la hora de cantar", explica. Desde esa condición, "el miedo pasa a ser una diversión frente a la posibilidad de aprovechar y vivir esta magnífica experiencia", frasea. También se considera en cierta forma un "embajador cultural" de España en unos momentos complicados.

Y aunque metido en el "traje" de un papel complicado e ingrato, el tenor tinerfeño sostiene que "cada vez que nos enfrentamos a un rol, los intérpretes pasamos examen". Ahora bien, con su particular tono cercano precisa que "cuando uno está tranquilo y sereno consigo mismo, una tranquilidad y serenidad que llega después de mucho tiempo de estudio y ensayos, no queda más que entregarte y disfrutar".

En cuanto al nivel de exigencia, tanto de público como de crítica, Celso Albelo subraya que "en cualquier caso, la mayor de las exigencias me la impongo yo mismo".

El tenor asegura haber disfrutado del montaje escénico, que califica de "estupendo trabajo", realizado por Sir David Mc Vicar y un equipo, con "una escenificación y un perfil de personajes pensados hasta el milímetro". Sobre la producción explica que es la misma que hace unos años ya se montó también aquí, "con trajes de época y una escenografía que siempre favorece al cantante".

Y así, bajo la batuta del maestro Ricardo Frizza, contando en los principales roles femeninos con Sondra Radvanosky como Maria Stuarda, "gran colega y voz prodigiosa", y Elza van den Heever como la reina Elizabeth, "una voz fascinante", Celso Albelo afirma que "formamos un gran equipo junto al resto de compañeros. Realmente un reparto equilibrado".

"Werther": un debut soñado en Tenerife

Una vez culmine el mes de febrero y después de haber hecho las Américas, el tenor tinerfeño, a quien Plácido Domingo señala abiertamente como "el mejor del mundo", pondrá camino a Berlín, donde formará parte del elenco de la ópera "Capuletti e i Montecchi", junto a Joyce di Donato, con representaciones en versión concierto. Desde allí tomará rumbo a Tenerife para su debut en "Werther", una cita de la que dice tiene un especial cariño por circunstancias obvias: "una ópera representada en casa y uno de mis debuts soñados".

En Nueva York, rodeado de la familia y feliz

Desde comienzos del mes de enero, Celso Albelo se encuentra en la ciudad de los rascacielos junto a su esposa y su pequeño, el mejor elenco posible. El tenor se considera una persona privilegiada por el hecho de tener la posibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar. Le habría gustado que sus padres y su hermano Badel estuvieran físicamente con él, pero los siente muy cerca en todos sus momentos.