Su voz suena alegre cuando habla de "Subsuelo", el libro con el que se ha colocado entre los cinco finalistas del Tenerife Noir que se fallará el próximo 12 de marzo en esta capital. "Es un honor compartir esta nominación con los otros cuatro candidatos", exalta el bonaerense Marcelo Luján (1973). "No es fácil desligarse de una novela que está tan viva", incide un novelista con alma de cuentista.

"Subsuelo" le sigue proporcionando buenos momentos, ¿no?

Muchas de las cosas que están ocurriendo con "Subsuelo" me pasan por primera vez como autor. Álexis Ravelo, que es un tipo al que quiero como un amigo y respeto como escritor, sigue hablando bien de esta novela... Algo parecido sucede con Carlos Zanón. Sus palabras no están justificadas por la novedad de publicar un libro porque este ya tiene más de un año de vida. El alargue de "Subsuelo" en un ciclo en el que los libros tienen tan poca vida no es hecho corriente.

¿Ese alargue puede ser un freno para crear otra novela; le resulta complicado alejarse de ella?

No es nada fácil desligarse de una novela que aún está tan vida. "Subsuelo" no salió hace un mes o un mes y medio, sino que los lectores han tenido la posibilidad de conocerla desde hace más de un año y medio. Al margen de esa vitalidad, confieso que no es fácil sentarse a escribir ficción a través de una novela, que es la maratón de la literatura... Que este libro continúe respirando con fortaleza me crea una inquietud interna -viajes, festivales, clubes de lecturas...- que espanta la tranquilidad que yo deseo para escribir. No obstante, los escritores siempre estamos pensando historias que luego no escribimos.

Sus formas negras no siguen las reglas habituales del género; ¿usted no es de los que incluye a un investigador en sus tramas por obligación?

La trama de "Subsuelo" no responde con exactitud a un esquema de novela policial, pero sí que es muy negra (ríe)... El concepto de negrura o de oscuridad que existe en la actualidad excede la figura del detective, del mayordomo más o menos sospechoso o la rubia guapa... A mí la investigación policial no me interesa. Siendo tremendamente respetuoso con el trabajo que hacen los compañeros, en mi creación literaria busco otras cosas. Lógicamente leo a maestros del género que sí que le dan un máximo protagonismo a este hecho, pero en mi caso, insisto, no es demasiado crucial cómo se resuelve un caso desde el punto de vista detectivesco. Me llama mucho más la atención por qué los seres humanos nos comportamos de determinadas maneras, por qué hacemos daño o cómo nos afecta la culpa.

¿Eso es dejar una puerta abierta al "thriller"?

Puede ser que haya algo de eso, pero yo nunca me he planteado etiquetar las historias que escribo en función de un género u otro. Lo mío es más sencillo: una idea, unos personajes y un escenario donde ocurren cosas. Cuando eso lo tengo claro y sé lo que quiero contar empiezo a hacerlo.

Y el halago que rozamos al comienzo de la entrevista; ¿es un elemento que debilita o ensancha la autoestima del autor?

Yo intento mantenerme al margen de las críticas. De las buenas y de las malas. Esa es una parte de este oficio que me agobia. Las críticas buenas, las que llegan de distintos frentes y afectan a varios libros, sí que condicionan las formas de un escritor. Esa sobreexposición aumenta los niveles de responsabilidad ante la literatura y los lectores. El autor primerizo es impune a la crítica y, por lo tanto, tiene una capacidad para maniobrar superior a los que ya mostraron varias facetas de su creación. En este mundo lo más complicado es sostener una obra y afianzar lectores.

Este Marcelo Luján es un autor con un pozo creativo más profundo que el que ganó un concurso literario convocado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con "Flores para Irene". ¿Está satisfecho de cómo ha madurado el escritor?

Tampoco le doy demasiada importancia al tiempo que llevo metido en esto. Sobre todo, porque cada historia que cuento es una manera de encarar un mundo nuevo. "Flores para Irene" es un libro de relatos en el que habían algunos de mis primeros cuentos. Cuando digo primeros cuentos estoy hablando de mis primeros, primeros cuentos... Los adapté a esa serie porque considero que una colección de relatos debe tener una unidad. Eso no es un rejuntado cuentos sin orden ni lógica.

¿Aunque algunos lo consideran un género menor, el cuento es uno de los orígenes del hecho literario?

Esa es una opinión con la que no estoy de acuerdo. Yo nunca he considerado un cuento como un género menor. El cuento de bien lograr es un género complejo. El modo de estructurar una historia de una forma tan depurada es algo que te prepara para entrar en la novela. El cuento no permite ninguna diversión; uno tiene que agarrar al personaje y llevarlo hasta el final sin distracciones. Algo que en la novela no sucede al ser un género que trabaja por acumulación para ir preparando el lector. Hay una metáfora de Cortázar, que era un gran amante del boxeo, que apunta que "una novela gana por puntos, pero un cuento debe ganar la pelea por KO".

"Lo más complicado es sostener una obra y afianzar lectores"

Autor: Marcelo Luján.

Título: "Subsuelo".

Editorial:

Salto de página.

Páginas:

240.