Poesía, sentimientos, sueños, reflexiones e instantes de la vida son algunas de las "realidades" que la artista tinerfeña María Jesús Pérez Vilar atrapa con la luz en sus pinturas, medio centenar de las cuales expone en el centro de arte La Recova de la capital tinerfeña hasta el 10 de julio.

"Paraísos" es el título que ha puesto a esta selección de obras, realizadas con óleo y acrílico y en formato mediano y grande, que son verdaderos poemas visuales bañados en una explosión de colores muy lumínicos, entre los que destacan los amarillos, naranjas, rojos, malvas o rosas, que contrastan con una variada gama de verdes y azules, entre otros.

Pérez Vilar es muy matérica. Le gusta conseguir volumen para crear un espacio que atrape al objeto o elemento que evoca en el cuadro, a veces diluido con unas veladuras que le otorgan cierto aire abstracto a algunas de sus composiciones, aunque su obra es figurativa y llena de simbolismo.

La muestra, que incluye algunas obras que realizó hace varias décadas, aunque la mayoría es reciente, se presenta como un lugar de encuentros en los que los protagonistas son los pinos, las manzanas, las copas de los árboles, detalles de rostros, un campo de amapolas, pájaros u otros motivos que captan la atención de la artista y con los que se identifica plenamente.

"Aunque trabajo con bodegones, de manzanas por ejemplo, la descontextualizo y la hago gigantesca, de forma que parecen islas que miran al mar. Me sitúo en el lugar de la manzana en un primer plano y juego con el espacio. Siento mucho amor por la naturaleza y la necesidad de integrarme en ella. Mi ilusión es integrarme con las cosas que amo. Si estamos en un campo de amapolas, me gustaría ser una amapola".

La pintora mezcla en su obra lo vegetal, el agua, la tierra y el cielo convirtiéndola en un canto a la naturaleza de admira. "Paraísos es un compendio de cosas. Lo que quiero es atrapar pequeños instantes, guardarlos. El agua no lo puedes atrapar, el cielo tampoco. La ventaja de mi pintura es que navega entre lo real y el concepto. Me gusta mucho la poesía, que tampoco puedo definirla. No es un árbol en sí o el instante en el que ves el árbol. Son pequeñas sensaciones que pasan por delante de ti como ráfagas".

A Pérez Vilar, que no exponía desde 2012, no le gusta que la encasillen en ningún estilo o tendencia, aunque la han anclado en el realismo mágico, una especie de figuración poética de lo real.