"Airbag", del vitoriano Juanma Bajo Ulloa, lo colocó en un escaparate escénico en el que sigue 20 años después. Actor al que no le gusta situarse en tierra de nadie, Alberto San Juan (1968) nunca ha ocultado su inclinación por los partidos políticos de perfil progresista. "Si alguna vez perdí una oportunidad laboral por mi ideología no fui consciente de ello", dice un intérprete que no dudó en dar su respaldo a Izquierda Unida y que llegó a formar parte del Consejo Ciudadano de Podemos en la Comunidad de Madrid.

De aquella locura titulada "Airbag" han salido nombres interesantes para el cine español, ¿no?

Es una película que está muy bien y que suelen reponer con frecuencia en televisión. ¡Espero que eso sirva para renovar la edad de sus fans porque ahí estamos la gente de cuarenta y tantos! En realidad yo creo que debí empezar a hacer cine 10 años más tarde, es decir, en lugar de los 27 a los 37 porque cuando empecé estaba demasiado verde y no sabía nada del cine... Hoy me da cierta vergüenza ver esas películas, aunque también otras que vinieron después (ríe). Pero no es una vergüenza por formar parte de ellas, sino por la participación que tuve.

¿Cómo se logra sobrevivir en un oficio tan inestable?

Con las mismas dificultades con las que un ciudadano se agarra a su profesión... Salvo algunas honrosas excepciones, que se mantienen porque son muy buenos, este es un oficio que renueva a sus protagonistas cada 10 años. Luis Tosar, Enma Suárez, Eduard Fernández han conseguido sobrevivir a esta inestabilidad y a las modas porque son buenísimos. El cine en España está en manos de las televisiones y estas no se caracterizan por asumir riesgos; prefieren apostar por lo que ya funcionó el año pasado.

¿Esa es la razón por la que en los últimos años ha mirado más hacia el teatro?

En el teatro siempre he sido yo el dueño de mi destino junto a los compañeros con los que me juntaba, mientras que en el cine me sentí como un actor a sueldo... Eso no quiere decir que no esté agradecido a los directores que me contrataron.

¿El vértigo del teatro, esa capacidad para trabajar sin red, genera unas emociones distintas a las del cine?

Yo me siento mucho más seguro que en el cine, aunque no siempre ha sido así... Ha habido obras de teatro en las que lo pasé realmente mal porque no alcanzaba a hacer lo que tenía que hacer. Me pasó en "Tito Andrónico" y también en "Marat Sade", pero desde hace un tiempo tengo la sensación de que en el teatro soy más libre que en el cine.

Tras ganar un Goya y acumular una grandes experiencias en el teatro, ¿qué le falta para sentirse realizado como actor?

No tengo ninguna meta como actor; solo quiero tener la posibilidad de seguir trabajando y profundizando en este oficio.

¿Vuelve a Tenerife para dialogar sobre humor, pero, sinceramente, está el patio para echarse unas risas?

El humor es fundamental siempre, pero muchísimo más cuando nos enfrentamos a situaciones de extrema dureza... Es algo que no tiene que banalizar sobre lo que pasa a tu alrededor, sino ampliar lo que podría pasar.

¿Pero el desgobierno que ha sufrido España da para unos cuantos chistes?

Me da más miedo lo que viene ahora, aunque en realidad el gobierno en funciones era el mismo que está ahora. En España hay un sistema viejo y violento que podría caer y algo nuevo que podría emerger... En esa segunda visión está la gente de Unidos-Podemos.

¿Tomar partido en el oficio que usted desempeña es arriesgado?

Si alguna vez perdí una oportunidad laboral por mi ideología no fui consciente de ello... Tengo un amigo que me advierte con insistencia que lo mejor de este oficio es que el público no conozca nada de tu vida personal, y la verdad es que estoy muy de acuerdo con él. Lo que ocurre es que en este contexto social mi condición de ciudadano está por encima del actor. Me da pena alejarme de mi profesión por mi implicación política, pero si lo hago es porque estoy convencido de mis ideas.

¿Cuál es su opinión sobre los movimientos que se han dado últimamente en el Congreso de los Diputados?

Lo del PSOE es clarificador, el PP no esconde quién es y Ciudadanos ya está marcado... Unidos Podemos, creo, que todavía no ha encontrado su sitio.

El otro día dijo en CajaCanarias que "los americanos han tenido que elegir entre lo horrible y lo atroz y al final decidieron lo menos malo... ¿Está convencido de que Trump era lo menos perjudicial?

Convencido no (silencio), pero el problema es que solo había dos malas opciones... Me espanta ver la victoria de Trump, pero mucho peor hubiera sido la de Hillary Clinton.