Una vida de cine que hasta ahora no tenía una película propia. A partir de esa idea se promociona "Amaro Pargo: entre la leyenda y la historia", un documental dirigido por Juan Alfredo Amil cuya producción ha desarrollado el historiador y periodista Benjamín Reyes. "En 1989 se emitió una serie de televisión de trece episodios, uno de los cuales se lo dedicaron a este personaje -con una duración de 27 minutos-, pero en la que había una serie de errores históricos que en este proyecto hemos subsanado. En ese trabajo, por ejemplo, se hizo mención a que la casa de Machado (El Rosario) pertenecía a Amaro Pargo, cuando existe un documento oficial en el Palacio Lercaro de La Laguna en el que se reconoce que esa propiedad era de Amaro González de Mesa, que era su sobrino y heredero", cuenta Reyes en un encuentro previo a la ejecución de esta información en el que desveló distintas claves de una investigación que se alargó durante 18 meses.

El equipo liderado por Benjamín y Juan Alfredo ha documentado por primera vez en un formato audiovisual lo que se conoce como la última voluntad del Amaro Rodríguez Felipe (1678-1747). "No lo podemos considerar un testamento, pero cumple la misma finalidad", asegura el productor respecto a un archivo que se conoce como el Libro de cuentas corrientes con diferentes sujetos en América 1751", aclara antes de entrar en otros apartados de gran interés.

En los 52 minutos de metraje se abordan temas anudados con la identidad de las personas que están enterradas en la cripta de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán de San Cristóbal de La Laguna, el hijo cubano no reconocido, un segundo hijo que tampoco llegó a reconocer, la histórica confusión que se ha creado entre Amaro Pargo y Cabeza de Perro -un personaje de ficción de Pérez Zamora-, un idilio sentimental entre una monja y un capitán -a la religiosa la flagelaron y al militar le cortaron la cabeza en la plaza del Adelantado- que nada tiene que ver con el vínculo emocional existente entre Sor María de Jesús y el personaje de este documental, su condición de corsario o la posible existencia de un segundo retrato que estuvo en la casa Montañez hasta 1985 y del que hoy no se tienen noticias o de los cinco grandes barcos que el emprendedor de Aguere utilizaba regularmente para traficar con cacao, esclavos, malvasía, tabaco... "Hizo una enorme fortuna, pero Amaro Pargo nunca atacó a otros corsarios. Más bien, defendió lo que era suyo", apostilla Reyes tras fusionar en una única idea varias investigaciones. "Muchos creen que este es un personaje que no se ha investigado, pero eso no es cierto. Existen trabajos firmados por Domingo García Barbuzano (EL DÍA), Daniel García Pulido, Manuel Fariña y Manuel Hernández que han aportado una gran cantidad de información. El problema es que la gente no lee lo que hay, o se llegan a publicar libros cuyo contenido no está documentado", censura Reyes antes de descubrir una de las razones que más influyó a la hora de activar esta aventura. "Vivimos sumergidos en una cultura audiovisual en la que el 80 por ciento de los contenidos que hay en internet llegarán a ser imágenes. Ante eso había que desarrollar un producto que llamara la atención de personas como mi abuela, que tiene 90 años".

A partir de siete relatos en formato entrevista -Domingo García Barbuzano, Juana Hernández Trujillo, Manuel Hernández, José Antonio Hernández, Sor Cleofé y Ramón González de Mesa y Juan Amaro González de Mesa (descendientes de Amaro Pargo)-, el director Juan Alfredo Amil monta una realidad que "había que unir a través de los testimonios de esas personas y los documentos que se investigaron", asegura el cineasta sobre un rodaje en el que hay localizaciones de La Laguna, Machado, Punta del Hidalgo y Tegueste.

Tradición oral, la fe y la investigación conforman el eje cartesiano de un documental que acometerá en breve los dos meses de postproducción que se agotarán antes de entregar la cinta definitiva a la TV Canaria, que es el ente que ha comprado sus derechos -en la financiación, que se cifra en unos 18.000 euros también colaboran los gobiernos municipales de El Rosario y La Laguna, con el objetivo de programarla a partir de 2018 con el compromiso de programar un total de siete pases por año-.

Benjamín Reyes

Productor del Documental

las cifras

60 días de preproducción es el tiempo estipulado antes de que el trabajo lo emita la TV Canaria en 2018.

52 minutos dura una película-documental que cuenta con unas imágenes áeras que se tomaron con un dron.

30 entrevistas conforman el tejido de una aventura que desarrolla su nudo central en torno a siete expertos.

18 meses de investigación es el tiempo que Reyes agotó antes de iniciarse un rodaje que duró 10 días.