La cita con el diseñador Leo Martínez es por teléfono. Contesta alegre, divertido y con mucho sentido del humor; es tan modesto que no acierta a imaginar el respeto que le tienen los amantes del diseño. Entre risas tímidas, guiños pícaros y un tono de voz muy particular, parece que el "rey de reinas" -nombre que recibe por ser el diseñador del Carnaval que más cetros acumula- podría estar en su estudio. Imaginamos que hay tejidos para vestidos ricos, bocetos bellos y abalorios que brillan.

¿Qué hace de especial el arte de diseñar?

El arte de diseñar supone entrar dentro del otro, ver qué es lo que hay realmente y poderlo sacar.

¿Y vestir a los artistas de los musicales?

No es lo mismo un vestuario para un musical que para un recital o un directo cualquiera. Se trata de cantar, interactuar con decorados y otros componentes de la compañía. En una obra así tienes que bailar con ese vestuario que, además, debe contar con unas condiciones que lo hagan fácil de llevar, de poner, fácil de quitar y cambiar por otro. En estos últimos años me he dado cuenta de que hay tejidos que no se adaptan a las exigencias de los musicales, que no pueden tener muchas fibras naturales; lo ideal es un material sintético para que al levantarse no se arrugue.

Ahora se encuentra inmerso en el vestuario de "Sunset Boulevard", ¿qué prepara en concreto?

Estamos preparando a todo el elenco y principalmente a Paloma San Basilio, que representa el papel de Norma Desmond. Se trata de un vestuario de connotaciones dramáticas, adecuadas a lo que el personaje va transmitiendo a lo largo de la obra. Hay escenas donde el vestuario tiene que ir acorde con el sentimiento que se va a representar. Son treinta y cinco componentes que deben estar a la altura de lo que se va a interpretar, con el estilo de finales de la década de los 40 y principios de los 50.

¿Y se logra diseñar para treinta y cinco personajes y elaborar más de ciento sesenta piezas?

En la última zarzuela que hicimos fue más o menos así. Doña Francisquita tuvo muchos cambios. Ambientada en los años 60 paseaba la España de Berlanga, del régimen, franquista, la España progre, y le hicimos un guiño a esa Francisquita de 1923. Nos estamos acostumbrando a vestir a mucha gente.

¿Cómo comprende a la protagonista para poder vestirla?

En este caso, Norma Desmond era una mujer del cine mudo, que vivió un declive con la llegada del sonoro, no en lo económico, pero sí en lo emocional. Tal vez su voz no coincidía con lo que gustaba. Es a partir de ahí, de ese "fracaso", desde donde me he documentado para saber quién la vestía, cómo se vestían... Está el ying y el yang de Hollywood, lo bueno y lo malo que no se ve nunca.

¿Vestir a Paloma San Basilio resulta una tarea fácil?

Ya hemos tenido el primer contacto y la verdad es que sintonizamos muy bien. Los dos hemos decidido cosas para el espectáculo, sobre todo de funcionalidad. Ahora empezamos a buscar y cortar tejidos para comenzar a darle forma al personaje.

¿Habrá una escena que sea especial, como cuando salía el estilismo de falda de tul y corpiño de piedras del musical "Evita" que también vistió usted?

Ella se viste de Salomé en el broche final y durante toda la obra se pone toda la carne en el asador. No olvidemos que se trata de un estreno mundial en castellano. "Sunset Boulevard" tiene muchos fans y Paloma San Basilio, también.

¿Hay alguna imagen de esas que se quedan en la retina?

Hay una imagen que la identifica: la estampa de ella con el turbante y las gafas. Ahora mismo está muy de moda esa combinación de complementos.

En los bocetos, los tocados juegan un papel importante lo que puede hacer pensar que tendrán ciertas pinceladas de los que ya ha ideado para las reinas del Carnaval. ¿Tiene algo que ver?

¡Qué va, no tiene nada que ver! Lo maravilloso de haber diseñado trajes del Carnaval es que esas fantasías representan lo máximo que se puede hacer. A partir de ahí hay que bajar a la realidad de lo que es un musical, donde se requiere cantar, escuchar las voces, no puedes estar oyendo el clinquineo de las piedras... Hay una serie de cosas que se deben cuidar mucho para que la cantante o el actor no tengan esos problemas.

¿Y podrán verse estilismos más sofisticados?

Una obra como "Sunset Boulevard" va a proyectar al público la parte real del día a día de Hollywood y de la época, pero también a Norma Desmond, esa señora recluida en su casa que no salía para nada. Casi todo el vestuario es el de una persona que habita en una mansión y que solamente sale una vez a la calle. Es una diva.

¿El glamour de la diva se percibirá con ropa de estar por casa?

Por supuesto, con kimonos, batas, caftanes... todo de lujo. Y se refleja un momento especial, en fin de año, cuando lleva un traje espectacular. Vamos a hacer que se note quién es Norma Desmond.

¿Tiene relación crear para un musical y diseñar para una pasarela?

En el musical me adapto a un personaje, mientras la pasarela es mucho más explosiva; ahí el diseñador puede hacer lo que quiere. Además, las novias canarias son bastante arriesgadas y, ahora que se atreven, estoy haciendo novias hasta con colores diferentes.