En el ranquin que establecen los visitantes del portal tripadvisor en referencia a los museos y espacios expositivos de Tenerife, el Centro de Visitantes Telesforo Bravo ocupa el cuarto lugar en cuanto a preferencias.

Así se desprende de las 95 opiniones recogidas en este portal, de las que un 85% califican este lugar como excelente, un 14% lo consideran muy bueno y un 1% le atribuye la condición de normal.

En cuanto a la diversidad de criterios, según nacionalidades, destacan los españoles (con 68 entradas), seguidos de alemanes y franceses (11 cada uno), a continuación los británicos (con 10), además de rusos (3 comentarios), más un danés y otro húngaro.

El Centro de Visitantes Telesforo Bravo se ubica en la Villa de La Orotava, a unos 25 kilómetros del límite norte del Parque Nacional del Teide, integrado por oficinas administrativas del Parque Nacional del Teide, el Centro de Visitantes y, también, un jardín ornamental de flora autóctona de Tenerife.

El espacio contiene una exposición que recrea un recorrido de la isla de Tenerife desde una doble vertiente: en sentido altitudinal, de la costa a la cumbre, y con perspectiva histórica, a partir de las miradas de ilustres viajeros, como el caso de Humboldt.

Desde que se puso la primera piedra del proyecto, allá por 2004, pasaron más de diez años hasta que el 26 de noviembre de 2014 se abrió al público la sala de exposición, si bien previamente ya se habían habilitado el centro administrativo y el jardín de vegetación autóctona, dando forma y contenido a un edificio que ocupa alrededor de 3.300 metros cuadrados.

El recorrido es autoguiado y se orienta a acercar al público el valioso patrimonio natural y cultural del Parque del Teide, con el añadido de niveles como el Observatorio, dedicado a los programas de investigación astronómica, y El Mirador, que permite una visión panorámica de toda la exposición.

La visita se completa con una proyección basada en tomas de distintas localizaciones del Parque Nacional del Teide, realizadas en distintas estaciones, que permiten al visitante apreciar el cambio y la evolución que vive este espacio natural a lo largo del año.

Y, de fondo, la memoria siempre viva de Telesforo Bravo.