Un grabado rupestre que alude a un hijo, descendiente o miembro del clan de los Cemidán, confirma que en Fuerteventura y Lanzarote se empleó un lenguaje líbico antiguo escrito con caracteres latinos, lo que vincula a sus pobladores con grupos étnicos del antiguo territorio de Numidia.

El estudio ha sido realizado por los arqueólogos José Juan Jiménez, conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, y María Antonia Perera, del Cabildo de Lanzarote, coautores de dos ponencias científicas presentadas en las XVII Jornadas de Estudios sobre Lanzarote y Fuerteventura celebradas recientemente en Arrecife.

En sus ponencias sobre inscripciones arqueológicas bialfabéticas de las dos islas más orientales del Archipiélago canario se abarca además su vinculación con el poblamiento de Canarias en el mundo antiguo, como publican las páginas web del Cabildo de Lanzarote y de Museos de Tenerife.

Vincula a sus pobladores con grupos étnicos del antiguo territorio de Numidia

El estudio apunta a la vinculación de las poblaciones indígenas insulares de Fuerteventura y Lanzarote con grupos étnicos autóctonos continentales de la zona centro-oriental norteafricana, que se corresponde con el antiguo territorio del Reino de Numidia extendido hasta el área de Tripolitania; actualmente noreste de Argelia, Tunicia y noroeste de Libia.

La inscripción líbico-latina descifrada -entre otras estaciones rupestres- en Montaña Blanca (Fuerteventura) es IAWANT× IACEMIDAN que también consta como GUAYASEN SEMIDÁN en fuentes etnohistóricas grancanarias, lo que demuestra "un claro parentesco lingüístico líbico antiguo" en las tres islas canarias de la provincia oriental.

Esta inscripción la ha transcrito Jiménez partiendo de caracteres alfabéticos líbico-latinos de Montaña Blanca.