José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife; Antonio Fragoso, director de Banca de Instituciones de CaixaBank en Canarias; Natalia Aznárez, directora de la Fundación CajaCanarias, e Isabel Rodá, comisaria de la muestra, inauguraban ayer la exposición "Romanorum Vita. Una historia de Roma".

Esta muestra, organizada y producida por la Fundación CajaCanarias y la Obra Social "la Caixa", podrá contemplarse en la avenida de Anaga, hasta el 25 de enero de 2018, y llega a la capital tinerfeña tras visitar más de una treintena de localidades a nivel nacional, habiendo sido contemplada hasta el momento por 850.000 personas.

La Fundación CajaCanarias y la Obra Social "la Caixa", en colaboración con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, presentan una exposición de divulgación histórica que pretende explicar, como nunca se había hecho hasta ahora, de qué manera se vivía en las ciudades romanas.

Se trata de una exposición de carácter itinerante que invitará a los visitantes a mirar, oler, escuchar y, en definitiva, a vivir durante unas horas como lo hacían los romanos. Para ello, se ha recreado un fragmento de una ciudad romana en plena época imperial, en el siglo I d.C.

Para su reconstrucción, los comisarios se han basado en las descripciones literarias y los testimonios arqueológicos de hace 2.000 años, reproduciendo en tamaño real distintos espacios que formaban la ciudad.

En Romanorum Vita, los visitantes descubrirán que, en las calles, artesanos y comerciantes desarrollaban todo tipo de actividades, y cómo estas se llenaban de gente. Paseando por una calle cualquiera o por delante del foro de una ciudad romana, los espectadores comprobarán cómo eran las letrinas y el olor que desprendían. O cómo eran los comercios y que ya existía lo que podríamos considerar como el precedente de los locales de comida rápida.

La muestra incorpora un uso innovador de distintos elementos -desde la inclusión de ruidos y olores característicos de la época hasta la interacción entre el espacio escenográfico y un gran audiovisual- para lograr que los espectadores se sumerjan en la ciudad y descubran sus similitudes con la vida cotidiana actual. Uno de estos montajes audiovisuales se proyecta sobre la fachada de la domus, de 12 metros de ancho, y en él pueden verse los personajes clave de la ciudad romana, gracias a un rodaje realizado con más de 30 figurantes.

Más de 400 metros cuadrados dan la bienvenida a una ciudad arquetípica del imperio Romano y presentan un día cualquiera de esa ciudad, veinticuatro horas en las que descubrir cómo era la vida en la calle y en el interior de una casa de una familia que podríamos considerar de clase media alta.