La Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en asuntos de Violencia Sobre la Mujer, ha condenado a Ángel A. por un delito de asesinato a la pena de veinte años de prisión por golpear y degollar a su expareja el 11 de diciembre de 2015 en la madrileña localidad de Alcobendas.

Esta condena se produce después del veredicto de culpabilidad de forma unánime que emitió el jurado popular designado para el caso, y donde se le consideró responsable de asesinar a su expareja con la concurrencia de las circunstancias de parentesco y de actuar por razones de género.

Los nueve miembros del jurado consideraron probado que el ahora condenado cometió el crimen cuando la mujer se encontraba en la habitación en que vivía, después de que la hija menor de ambos, de trece años de edad en el momento de los hechos, se hubiera ido al colegio, y aprovechando que el resto de inquilinos de la casa se encontraban durmiendo.

La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), ha establecido que el condenado debe abonar una indemnización de 300.000 euros a su hija, a la que no podrá acercarse a menos de 500 metros durante el tiempo de la condena y con la que no podrá establecer comunicación durante 26 años. También deberá indemnizar con 200.000 euros al hijo mayor de la víctima y con 25.000 a cada uno de sus dos hermanos.

EL JUICIO

En su declaración ante el juez, Ángel A. negó que cometiera el crimen por el que se le acusaba, pero reconoció que mantuvo una "fuerte" discusión con ella una semana antes de los hechos, en las que llegó a amenazarla.

Así se manifestó el ahora condenado a preguntas de su defensa y del Ministerio Público, que le reclamaba una pena de 25 años de prisión. Además, reclamó para la menor una indemnización de 320.000 euros en concepto de responsabilidad civil por muerte de madre y de otros 250.000 euros para el hijo que reside en Argentina. Del mismo modo, exigía el pago de 90.000 euros para cada uno de los dos hermanos de la víctima.

Ángel A. reconoció que su expareja le denunció por malos tratos en 2007, aunque fue absuelto, pero negó que fuera él quien pidió que volvieran a estar juntos, sino que esa petición vino de su expareja. El acusado explicó que cuando se enteró de dicha petición se mostró "encantado" porque "aún la quería".

"Me comentó que tenía una relación superficial con otro hombre, pero que quería volver conmigo", relató Ángel, que también explicó que durante una conversación le planteó una disyuntiva: o dejaba a ese otro hombre o no estaría con ella.

El acusado reconoció que mantuvo una "fuerte" discusión alrededor de una semana antes de los hechos, en los que llegó a amenazarla, y que su expareja le dijo que no quería verlo más y lo echó de su casa.

Por otra parte, el día antes de los hechos, el acusado aseguró que su expareja lo llamó para que se personara en su casa y que él "la notó nerviosa y asustada", por lo que acudió. Señaló que, una vez en la vivienda, mientras tomaban mate en la cocina de su expareja, lo besó. También contó que pasó la noche ahí pero no durmió con ella. Sí lo hizo un mes antes.

En cuanto el día de los hechos, Ángel A. detalló que es cierto que durmió la noche anterior ahí, pero que se levantó para ir al hospital a realizarse unos análisis y ya no volvió a la casa de su expareja, algo que contradice la versión del fiscal. Además, aseguró que se enteró de su muerte una vez estaba en su trabajo --parrillero en un restaurante argentino--.