Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente o Vicente Amigo son algunos de los músicos que influyeron en la decisión del violinista Paco Montalvo (Córdoba, 1992) de dedicar su probado virtuosismo al flamenco. Este consagrado intérprete será hoy el protagonista del espectáculo "Alma de violín flamenco", que presenta, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Leal de La Laguna.

Acompañado por una guitarra flamenca, la percusión de un cajón, un palmero y una bailarina, este artista ofrecerá un variado repertorio, durante más de una hora, en el que dará un repaso a su disco "Alma de violín flamenco en vivo", con temas clásicos y populares, además de algunas de las canciones que integran "Corazón flamenco".

Paco Montalvo sintió la esencia del flamenco desde muy joven. "Al vivir en Córdoba he conocido el mundo del flamenco de primera mano. Al salir de casa, lo primero que tenía en la esquina era una peña flamenca. Seguías andando y tenías a alguien tocando la guitarra. Es algo que vengo viviendo desde pequeñito y los vas sintiendo".

Aunque su carrera de violín fue clásica, motivo por el que estuvo hasta los 22 años dando conciertos de música clásica por medio mundo junto a grandes orquestas sinfónicas, tocando a Paganini, Mozart o Beethoven, reconoce que "mi verdadera inspiración era Paco de Lucía, y sumado a eso las vivencias de pequeño, desde siempre quería hacer flamenco con mi violín y no fue hasta los 22 cuando me decidí a llevar eso a los escenarios. Te puedo contar que dando conciertos de Paganini, cuando llegaba al hotel de la habitación, para pasármelo bien me ponía a tocar cosas de Paco de Lucía...".

Desde su punto de vista, el guitarrista Paco de Lucía fue su principal fuente de inspiración, el que abrió el camino de lo que él decidió hacer en la actualidad. "Fue fundamental para lo que estoy haciendo, porque él consiguió con su guitarra lo que yo estoy haciendo con el violín. Cogió la guitarra flamenca y la sacó del acompañamiento al baile y al cante y la consiguió colocar en el centro de un cuadro flamenco. Yo he querido hacer exactamente lo mismo, pero con el violín, hacer que sea el protagonista, la voz. Lo bonito del violín es que tiene la peculiaridad de que es capaz de cantar. Es un instrumento melódico y se asemeja muchísimo al tono de la voz humana, entonces tiene la capacidad de cantar".

Esta facultad innata para el instrumento que eligió como medio para hacer disfrutar al público que le escucha, lo animó a dar sus versiones flamencas de obras de autores como Falla, Sarasate, Granados, Tárrega o Albéniz, entre otros compositores, conformando su propio universo sonoro.

En este sentido, precisó que "lo que quiero aportar es la capacidad de innovar, de hacer algo diferente, algo nuevo. No sabía cómo iba a salir todo esto, cuando buscaba un referente sobre violín flamenco no había nada. Siempre se ha encajado como instrumento secundario, al igual que la flauta travesera y otros muchos. Tuve esa valentía de tirarme a la piscina y hacer lo que quería porque lo disfrutaba muchísimo. Cada vez que subo a un escenario intento que la gente disfrute como yo".

Este violinista, que se convirtió en el más joven del siglo XXI en debutar en el Carnegie Hall de Nueva York, ha conseguido aunar lo mejor del mundo de la música clásica y lo mejor del flamenco, género este último del que destaca su poder de atracción.

"Tiene la capacidad de levantarte. Esos ritmos, esa fuerza, esa pureza. Eso es lo bonito y tan de nuestra tierra. El flamenco, como todos los estilos, tiene su parte más purista, que era el lamento. Hoy en día no se entiende tanto, porque uno no se puede quejar de no poder comer por ejemplo. Es difícil que pase eso. El flamenco más puro de los cantadores es una queja del pueblo, empezó así".

Este joven intérprete cordobés, que promete ofrecer hoy un espectáculo apasionante del que disfrutar, se siente identificado con el violinista Ara Malikian. "Estamos logrando acercar la música clásica a la gente joven de una forma diferente. Tanto Malikian como yo bebemos mucho de la música clásica, aunque también hacemos cosas diferentes cada uno con su sello personal. Es bonito hacer que la música clásica reviva en otros estilos".

Paco Montalvo

violinista