El silencio a la hora de crear, la reflexión y la introspección desde un punto de vista metafórico, que se están perdiendo con la irrupción de las nuevas tecnologías, son algunas de las sensaciones que comparten el artista italiano Carlos Forte y el tinerfeño Sergio Linares en la exposición "2 en el Silencio".

Esta muestra, abierta hasta el 16 de febrero, en la Casa de la Cultura de Los Cristianos, reúne cerca de medio centenar de obras abstractas que ofrecen una visión poética del proceso creativo.

Carlos Forte (Piacenza, 1943), que reside en Tenerife desde hace muchas décadas, da a conocer una selección de obras que se inscriben en la abstracción lírica, en la que juega mucho con la luz, los tonos, la mezcla de colores y la iluminación.

El soporte que ha elegido para plasmar sus inquietudes plásticas es la madera a través de una técnica mixta con acrílicos, pigmentos y gesso, una pasta de color blanco que consiste en una mezcla de un aglutinante con tiza, yeso y pigmento, que le otorga un cierto relieve a sus cuadros.

Por su parte, Sergio Linares (Santa Cruz de Tenerife, 1968) presenta varias series, una de las cuales son pinturas de caballete que conectan con la tendencia de abstracción lírica de Forte. También incluye varias obras que son ensamblajes de madera con cierto relieve que adquieren un aire escultórico, además de collages.

"Mi técnica también es mixta, desde el pegado de maderas y de objetos encontrados como telas, y a veces incluso algún elemento de latón y plástico siguiendo un poco el espíritu del arte povera italiano", comentó Sergio Linares.

En este sentido, el artista chicharrero destacó una de las pinturas, la titulada "Después de la tecnología", en cuya elaboración ha pegado placas de circuitos integrados. "Lo que pasa es que todo después tiene una pátina, como si hubieran estado enterradas cien años y luego las sacas. Me gusta acabarlas con un poquito de calidades pictóricas".

Otra serie son ensamblados de madera, pegados con colas. "Las llamo pinturas aunque tengan cierto relieve porque están sujetas a las dos dimensiones, aunque poseen cierta sensación de profundidad, de textura, de algo que está oculto", matizó.

Forte y Linares comparten una actitud vital ante el hecho de crear: reivindicar la necesidad de reflexionar ante un entorno social cada vez más ruidoso, con un estilo de vida cada vez más impersonal.

"La reflexión es necesaria y se está perdiendo desde la irrupción de las tecnologías. Lo que hace es evadirnos continuamente del yo, de nosotros mismos, de sentarnos a pensar y reflexionar. Sentir la realidad sin estar mediatizados por un entretenimiento. Crear implica la necesidad de ese silencio más metafórico, de parar un poco la velocidad, el ritmo de vida que estamos obligados a seguir".