La quinta entrega de la saga protagonizada por el pensionista Eladio Monroy ha posibilitado que Alexis Ravelo (1971) sea el primer escritor canario que entra en la larga nómina de finalistas del Festival Atlántico del Género Negro, cita que el próximo sábado desvelará la identidad del autor que le tomará el relevo a Empar Fernández, ganadora de la edición del año pasado con la novela "Maldita verdad" (Versátil). "El peor de los tiempos" es un libro que rescata una amistad erosionada por el tiempo, una trama de tonalidades oscuras localizada en Las Palmas de Gran Canaria en la que se aborda el laberíntico mundo de la prostitución.

En el arranque de su última novela queda claro que por un amigo se hace todo...

Sobre todo cuando existe un sentimiento de culpa. La novela tiene un planteamiento clásico: ¿cuántos libros nos hemos leídos que empiezan pidiendo al detective que busque a una chica? Lo que pasa es que en "El peor de los tiempos" la petición la hace un amigo de Eladio Monroy al que no ve desde hace varias décadas. Además, habían terminado muy mal. No voy a contar el por qué para no destrozar el argumento, pero la cosa acabó bastante mal. Cuando se fractura una relación entre dos grandes amigos las consecuencias son parecidas a una ruptura amorosa.

Eso es una "segunda oportunidad" en toda regla, ¿no?

Eladio Monroy siente que es una oportunidad de resarcirse con un amigo con el que está en deuda. De alguna forma, hay muchos resquemores y varias dudas sobre si lo hiciste bien o mal (silencio).

¿También existe una generosa dosis de postverdad?

Y también con el hecho de tener unas conductas inmorales que mucha gente conoce, pero que nadie hace nada para eliminarlas, es decir, que se consolidan en una sociedad resquebrajada.

¿Ahí se hace fuerte esa idea de "mientras no me pillen no pasa nada"?

Y el día que lo hagan lo voy a negar todo (sonríe)... Esa cuota de poder no se doblega tan fácil ante una sospecha. En la novela están tratados todos los asuntos convulsos sobre los que hemos reflexionado públicamente en los últimos años. Los libros de Monroy están tremendamente focalizados en el momento social que él vive. Son historias bastante permeables con la realidad que lo rodea. A pesar del vértigo social que envuelve nuestras vidas, el día a día ha servido para descubrir que las cosas de toda la vida siguen ahí.

Ese pulso de la sociedad se refleja en los anuncios de perfumes durante una campaña de Navidad, en los contenido de las conversaciones de bar o en la lectura de los titulares de un periódico... ¿Poner algo más de distancia entre Eladio y la sociedad rompería sus esquemas?

Si algunas de las conversaciones de Matías las hiciera en clave de rap ahora mismo estaría sentado en un sillón de la Audiencia Nacional. En "El peor de los tiempos" se analizan muchos asuntos que forman parte de nuestras rutinas, algunas de ellas otorgándoles un valor que en realidad no tienen: las redes no son muy útiles; nos rebelamos en ellas y poco más. Nos cogemos unos cabreos generosos, dignos de una barra de bar, pero lo que allí se cuenta sirve de poco o nada.

¿Se han sobredimensionado las redes sociales?

En la novela hay comentarios entre los personajes que parece que van a ser determinantes para cambiar el mundo, pero en realidad solo eres un ratón dando vueltas en uno de esos aparatitos que se colocan en el interior de una jaula: la misma ruedita que te mantiene más o menos entretenido mientras te roban la cartera. Las redes sociales no dejan de ser un entretenimiento, en ocasiones un ocio peligroso que se puede llegar a descontrolar.

¿Qué importancia le da a esa sensación de desilusición que se percibe en fragmentos de varios episodios?

Hay partes en las que escribo de lo que debimos haber hecho y no hicimos. Ahí, concretamente, se perciben decepciones que se asocian al mundo de las tecnologías. Algo que tiene que servir para hacernos más autónomos, felices y libres, en ocasiones se convierte en una gran condena. La novela negra es un desvelamiento con respecto a lo que la ideología no te revela jamás.

¿Después de cinco libros ,qué podemos esperar que no nos haya mostrado ya Eladio Monroy?

Aún tiene margen de mejora (ríe)... Todavía es un torpón en muchas cosas, especialmente, en la gestión de emociones...

Sí, anda un poco cortito de habilidades sociales.

Eladio Monroy es un machote de los de antes. A su favor tengo que decir que en las primeras historias -se va a publicar la colección con Alrevés- era algo más "machirulo" pero, poco a poco, se va desprendiendo de prejuicios como la homofobia, su tendencia a solucionar los problemas a través de la violencia o su machismo... No sé si llegaremos a reconvertirlo, pero vamos por el buen camino. En cada libro se va quitando una de esas taras, algo que no lo convertirá en un buen ejemplo por muchos esfuerzos que haga.