Carlos Bardem protagoniza Pickpockets (Carteristas), la nueva película original de Netflix dirigida por Peter Webber (La joven de la perla) que se estrena mundialmente en la plataforma este jueves 12 de abril. Una "bonita fábula de maestros y pupilos" con trasfondo social en la que el actor español comparte protagonismo con un trío de jóvenes intérpretes colombianos compuesto por Emiliano Pernía, Natalia Reyes y Duban Prado.

En Pickpockets Bardem da vida a Chucho, una suerte de maestro de carteristas de origen español "que ha elegido una macrourbe latinoamericana como Bogotá para esconderse". Allí adiestrará a tres jóvenes que intentan salir adelante enfrentándose al desencanto, la corrupción y la violencia que pueblan unas calles que no tienen piedad de nada ni de nadie.

"Es un personaje que lo tiene de todo: tiene un secreto, un conflicto importante, tiene una habilidad, tiene la capacidad de enseñar esa habilidad y tiene también un dilema", señala el actor en una entrevista a Europa Press en la que define el nuevo filme de Netflix como "una película de atracos que relata la historia de gente que intenta sobrevivir a una ciudad".

BOGOTÁ, UN PERSONAJE MÁS

En este caso esa ciudad es Bogotá pero, asegura Bardem, podría ser "cualquier otra de esas grandes ciudades de Latinoamérica como Río de Janeiro, Lima, Ciudad de México, Buenos Aires...". Lugares duros pero a la vez "fascinantes" ya que en ellos "lo peor y lo mejor del ser humano convive con apenas unos pocos metros de distancia".

Será en Bogotá donde el camino de Chucho se cruce con el de Fresh y sus dos amigos Juana y Doggy, el joven trío con el que Bardem comparte protagonismo y del que el veterano actor destaca su "entusiasmo, frescura e inseguridad" porque, asegura, es precisamente desde ahí donde un actor puede llegar hasta "un lugar muy creativo" en el que "pasen cosas que no se esperan". "Y eso es lo bonito de este trabajo", señala.

Un elenco que combina veteranía y juventud pero totalmente latino dirigido por un británico, Peter Weller. Un cineasta que "aporta un punto de originalidad a la hora de acercarse a la realidad de Latinoamérica" ya que, asegura Bardem, "siempre es bueno y refrescante que venga alguien de fuera a mostrarnos lo nuestro a ponernos un espejo delante y nos diga así os veo yo".

En Pickpockets Webber consigue hacer de Bogotá "un personaje más" para reflejar el lado "menos aséptico" de las grandes ciudades de America Latina en un filme de atracos y de acción pero que también sirve como vehículo para denunciar que "vivimos en un mundo en el que las apariencias ayudan a mantener injusticias y desigualdades".

EL DINERO Y LAS CORBATAS

"La clase económica y política que controla nuestras sociedades se inviste de una supuesta respetabilidad que pasa por sus corbatas, por sus trajes, por su verbo ampuloso... todo lo utilizan para marcar distancias con la gente a la que luego desvalijan", proclama el actor que también ahonda en otra de las grandes reflexiones que lanza el filme de Netflix, el relativo valor del dinero y los bienes materiales frente a otros intangibles.

Una reflexión que abarca algunos de los grandes males de nuestro tiempo ya que "vivimos en una sociedad en la que se ha confundido completamente nociones como valor y precio". "Somos apuntes contables, las cosas tienen el valor que otros nos dicen que tienen. Esta película pone el foco en la necesidad de volver a otros valores que puedes medir de una forma personal como son la amistad, la fidelidad o la lealtad", asegura.

Valores que han quedado difuminados gracias a "una de las grandes trampas en las que nos tienen sumidos: la gran desconfianza que han generado entre nosotros, entre los que somos iguales". "El de arriba se pone una corbata y te dice: ''Confía en mí''. Y entonces desconfiamos del de al lado, esa es una de las claves para mantener todo este tenderete en marcha", sentencia.