El otro día, en un cumpleaños, entre vino, canapés y al lado de una mesa donde un camarero se afanaba en preparar gin tonics con pétalos, pepino y otras sustancias desconocidas para mí, oí una frase que seguro que todos hemos escuchado alguna vez: "Yo, si no me pagaran, no iría a currar"; seguida de un "vamos, ni de coña". La persona que lo decía era un profesional bien pagado que aseguraba que le gustaba su trabajo. La frase encontró apoyo y, básicamente, todos los que estaban en el corrillo la tomaron como suya. Yo expuse que iría muchas veces gratis a rodar y me miraron con cara de extrañeza, más o menos con la misma cara con la que yo había mirado unos minutos antes cómo preparaba el camarero los gin tonics, y, la verdad, no me tomaron muy en serio.

En mi profesión tu "curriculum vitae" oficial es el que aparece en IMDB (Internet Movie Data Base), una página web que recoge lo que ha hecho cualquier persona que se dedique al mundo audiovisual. Todas las películas y series del mundo con todos sus actores y técnicos están en esa página. Allí puedes encontrar, por ejemplo, lo que ha hecho el nuevo director de foto con el que vas a trabajar, ver con quién ha trabajado una determinada persona o comprobar si tú y Tom Cruise compartís amigos; puedes ver también el tipo de películas que ha hecho cada persona del equipo o, simplemente, buscar actores para un determinado personaje. Los que gestionan la página son muy rigurosos, no como alguna universidad madrileña que reparte másteres sin mucho control; si estás ahí, es que has hecho la película, por lo que hace tiempo que la gente no da su CV, sino el link de IMDB.

Puedes poner datos sobre ti, votar películas, añadir fotos de tus trabajos o indicar tu fecha y tu lugar de nacimiento y, en un momento dado, te encuentras con una casilla que, probablemente, a los componentes del corrillo del cumpleaños les produciría escalofríos: puedes poner si estarías o no dispuesto a trabajar gratis. Mucha gente pensará que eso es para gente que empieza en la profesión, que quiere aprender, y eso es cierto; en mi último viaje a Los Angeles me contaron que en muchos rodajes en Estados Unidos se paga a la gente que empieza con la comida y el crédito en IMDB. Creo que si se le da a la gente la oportunidad de aprender está bien; si se utiliza para ahorrar en personal lo veo mal. Pero no debemos pensar solo en la gente que empieza; en los cortometrajes, por ejemplo, toda la gente suele trabajar gratis y hay gente con mucha experiencia y cachés muy elevados trabajando sin cobrar; los pilotos de series se suelen hacer también sin cobrar o cobrando menos de lo que sería normal y muchos, muchos proyectos salen adelante únicamente por amor al arte. Hace dos años rodé una película de bajo presupuesto. Le ofrecimos un personaje a un actor amigo mío y la cantidad que le podíamos pagar por jornada de trabajo era, más o menos, el quince por ciento de su tarifa; no teníamos más. Se lo pensó y decidió que le apetecía hacer la película, pero no podía cobrar tan poco, así que optó por hacerla gratis y dedicó tres semanas de su vida, con jornadas de once horas, a la película. Un año después, un equipo entero de rodaje nos comprometimos con un director para rodar su sueño; la tarifa para todos era la misma, desde el último ayudante hasta los jefes de equipo; la cantidad era simbólica y era lo de menos, el sueño del director se convirtió en nuestro sueño, todos rodamos durante dos semanas en Madrid y Mérida y el resultado nos llenó a todos de orgullo. El otro día cené con el director de foto de ese proyecto, que venía de rodar una película con John Travolta, recordamos el rodaje y resultó que la película del protagonista de "Grease", con todo su brillo, era menos importante para él que ese pequeño y bonito proyecto que habíamos rodado juntos con una señora de noventa años de protagonista y con un presupuesto limitadísimo. Cumplir los sueños suele ser algo muy importante, aunque no sean los tuyos.

Puedes trabajar en algo que no te gusta, en algo que te es indiferente o, incluso, en algo que te gusta y, cuando suena el despertador a las siete de la mañana, vas a trabajar con un grado mayor o menor de satisfacción. A mí, cuando suena el despertador a las siete de la mañana para ir a rodar es como si me despertara en un día de Reyes; ir a rodar es un gran juguete que me han puesto para que me divierta. Por supuesto que hay problemas en los rodajes, situaciones incómodas, días duros y decepciones. También los Reyes nos trajeron algún regalo equivocado o una talla que no era la nuestra, pero la ilusión no se pierde y cada día de rodaje es mágico; dirigir a los actores, inventar un plano, dar "acción" es lo mejor del mundo. Luego hará frío o mucho calor, lloverá a mares o el viento hará imposible rodar, pero gran parte de los que estamos en los rodajes no sentimos que estamos trabajando; estamos haciendo lo que más nos gusta, cumpliendo nuestros sueños y, la verdad, eso es tener mucha suerte; si además nos pagan, pues es como juntar a los Reyes Magos con Papá Noel.