La semana pasada, la actriz Kristen Stewart se quitó los Louboutin que calzaba antes de subir la escalera del Palais des Festivals durante el estreno de "Blackkklansman" en Cannes. Desde 2015 está prohibido acudir a los actos oficiales del festival con zapatos bajos. La interprete no dudó en respetarlo delante de los fotógrafos, pero según finalizó el posado tomó los "stilettos" negros en la mano, dejando las codiciadas suelas rojas a la vista de todos. El vestido de Chanel podría lucir más o menos, pero eso ya es otro debate. La actriz, con este gesto, pretendía reivindicar el estricto protocolo que con este calzado solo se ha impuesto a las mujeres. "Las cosas tienen que cambiar de inmediato. Es bastante obvio que si llegas a la alfombra roja con un acompañante hombre y alguien te detiene y dice: "Disculpe, jovencita, no está usando tacones y no puede entrar", y yo diré "Tampoco mi amigo. ¿Él tiene que usar tacones? Podría ser para todos", afirmó Stewart en 2016, cuando por primera vez se descalzó en este evento. En la misma edición Julia Roberts recorrió la escalera, para llegar al estreno de "Money Monster", sin zapatos. La protagonista de "Pretty Woman" no explicó nada sobre los motivos que le llevaron a esto, así que el mensaje que quería enviar ha tenido varias lecturas.

Está claro que la moda es un lenguaje que habla por sí solo y cada prenda que utilizamos tiene su razón de ser. En la reciente boda del príncipe Enrique y la actriz Meghan Markle, las damas tenían que llevar tocado, de manera que durante la ceremonia tuvieran la cabeza cubierta y los caballeros que llevaban la cabeza cubierta, como el novio y su hermano, se debían quitar la teresiana al entrar en el templo como muestra de respeto. Es más que evidente que ni se parece lo que se exige a la mujer y al hombre.

En general, son los complementos los que más significado tienen. Para las mujeres los sombreros son de las prendas más elegantes. Sus dimensiones deben ir menguando a medida que el sol se esconde, más que por norma por lógica. Por la mañana se puede optar por piezas -sombreros, pamelas o tocados- grandes que protejan del sol. mientras que por la noche el uso de los mismos no tiene demasiado sentido, lo mismo que sucede con la mantilla. Respecto a los materiales con los que se elaboran, se debe tener muy presente que han de ser propios para la estación. Por ejemplo, no se conciben los tejidos de paja para el invierno o los de lana para el verano, mientras que los de cuero pueden usarse durante todo el año. Respecto a las pieles animales, cada vez más en desuso por un motivo ético más que de moda, cuando no se sabe orientar sobre qué temporada son las idóneas hay un "truco" que siempre funciona. Podrás lucirlas sin dudarlo en los meses que llevan la letra "R" -estando exentos mayo, junio, julio y agosto-. Hoy por hoy se usan tanto de día como de noche y en los eventos con "dress code", "white tie", pero también en los más "casual". Por lo tanto no es de extrañar que dentro de esta "revolución" entre la indumentaria y la costumbre, a día de hoy en Inglaterra se esté buscando alternativa a los conocidos cascos de la guardia inglesa para hacerlos con algún material que no sea la piel del oso de Canadá. Al fin y al cabo, la conciencia llega para crear normas que se dejen ver también en lo que nos ponemos.

Continuando con las bodas, hay que tener muy claro que la etiqueta del evento no la marca la tradición, sino que son los novios los que lo indican, normalmente en la invitación. Ya será cuestión de prudencia por parte de los invitados, que no deben robarle el protagonismo a los contrayentes, valorar el espacio, la época del año, así como la hora. Hasta hace nada, las mujeres iban alargando sus faldas a medida que se acercaba la noche, hoy es muy probable que tanto en este tipo de eventos, como fiestas, bautizos o cumpleaños lleven faldas largas con vuelo, dibujos, estampados? sin mirar la posición del sol. Por regla general, los hombres irán oscureciendo el color de sus trajes de la mañana a la noche. El esmoquin, que en Tenerife se usa más de lo normal por la influencia inglesa, es una prenda que suele ser más de fiesta que de ceremonia y por lo tanto más de motivos civiles que religiosos, sin embargo lo interpretamos como la indumentaria para los caballeros cuando "se ruega rigurosa etiqueta". El código para hacer uso del frac y chaqué lo marca el novio, a partir de ahí las mujeres tendrán que interpretar cuál es el estilismo propio. Si no se indica otra cosa, el color blanco se reserva para las novias, y el negro para los lutos, así que son colores que por respeto deben de obviarse por parte de las invitadas. Respecto a los escotes en iglesias la norma se ha ido haciendo más flexible. Es muy habitual ver espaldas descubiertas, hombros desbocados o aberturas exageradas, no solo en las invitadas, sino también en las novias y madrinas, parece que ya no se tiene tan en cuenta los dictámenes más clásicos.

Los guantes son seguramente una de las prendas con más clases y sin embargo de las más olvidadas. El largo se suponía que iba creciendo a medida que se apaga el sol, los más cortos para el día y los más largos para la noche. Aquí ha pasado como con las pieles, sobre todo veganas, pues no se está limitando a los actos que sean tan solemnes ni a la relación entre tamaños y hora del día. Sin embargo, ni las pieles ni los tocados ni los guantes son prácticos para usarlos por parte de los anfitriones en un evento en casa, y además no carece de lógica, pues no son precisamente confortables para servir a tus invitados.

Uno de los eventos donde se establece un código de vestuario muy estricto y que se respeta es en las procesiones, aunque se está empezando a adaptar a los tiempos, más por decisión propia de los usuarios que por las normas.