Desde que con 7 años de edad interpretó al papel de Críspulo en la película "La gran familia" ya tuvo claro que su vida iba a estar ligada al mundo de la escena. "Es la prueba de que he vivido unos cuantos años y de que lo puedo contar. Ha sido un tránsito importante y he cumplido varias vidas. He sido muy afortunado porque he tenido la posibilidad de trabajar en diferentes proyectos, con gentes distintas, y he tenido tiempo para creer unas cosas, revisitarlas, verlas con distancia. Lo normal es tener una vida ajustada a las trayectorias normales, pero ya desde niño fue algo fuera de lo común: viajando, haciendo otras cosas, conociendo otros países y formas de pensar. En este sentido me considero una persona privilegiada".

Pedro Mari Sánchez (Ciudad Real, 1957) estará hoy en el Real Casino de Tenerife, dentro del ciclo de conferencias que organiza esta sociedad, impartiendo una charla titulada "La palabra mágica".

Los cambios en el plano político, ¿cómo afectan a un actor?

Las verdad es que en este aspecto, desde que tengo memoria, percibo un tratamiento pobre por parte de la política hacia lo que representa históricamente el mundo de la cultura. Nunca se ha dotado al ministerio en cuestión de suficientes fondos, lo cual ha impedido desarrollar proyectos. Tampoco ha sido una experiencia gratificante lo que ha sucedido hasta ahora con los representantes políticos, con lo cual miro este panorama con cierta expectativa de ver qué pasa. No he podido contrastar con otros compañeros y desconozco datos. Prefiero esperar a los hechos. Lo prudente es aguardar y ver qué acontecimientos se producen y desear que, efectivamente, se libre una mayor dotación presupuestaria. Me consta que por más buenas ideas que se tengan, si no se acompañan del respaldo económico suficiente daría igual. Y sería fundamental dotar de fondos a la cultura porque es un sector que afecta directamente al discurso del país.

Esa imagen idealizada del artista, ¿hasta qué punto es cierta?

No solo con los actores, sino con todo tipo de artistas. La imagen que tiene el público sobre nosotros, como también respecto a la gente que se dedica a la música o la danza, está deformada. La realidad es bastante diferente, por la propia naturaleza del trabajo, que te obliga a adoptar múltiples personalidades, viajar de aquí para allá, pero el trabajo exige disciplina, autocontrol... Se proyecta una imagen pública que no tiene que ver con la faceta humilde y laboriosa, que precisa dedicación y estudio. Y no se corresponde con la impresión de que los actores y actrices se sitúan en unos altos niveles económicos. La realidad de este oficio en España se acerca más a un panorama exigente, los recursos escasean y muchas veces hay dificultades, como sucede con otros sectores de la sociedad en momentos de crisis. El común de los actores de este país está viviendo una situación profesional incómoda.

¿Cómo percibe la penetración del cine en la televisión?

Los cambios que se han producido en las plataformas de comunicación. El cine y la televisión están conectados con las plataformas digitales. Ante cambios tan fundamentales, lo más lógico es no negarlos y adaptarse, buscando el mayor nivel de excelencia en el trabajo que desarrolles. Desde luego que es un escenario distinto, pero también es aplicable a los medios de comunicación; los periódicos ya no funcionan como lo hacían hace unos años. Todo este tipo de estructuras dirigidas al divertimento, la información, el ocio han sufrido una enorme transformación. Este tipo de cambios no los niego, asumo que están pasando y entiendo que encierran otras propuestas.

¿De qué hablará en su conferencia?

De alguna que otra cosa relacionada con la palabra completa, con la palabra pronunciada, la que se dice y se expresa frente a otras personas en vivo. La importancia que tiene el sonido de las palabras, que conforman un idioma complejo y abstracto, desde el significante, con su propia personalidad, con esos matices que son capaces de convencer o desanimar.

¿Y por qué mágica?

A partir de esta idea, la he denominado palabra mágica, porque cuando se organiza adecuadamente deviene en creadora, en cómo te relacionas con los demás.

¿Y las nuevas formas de comunicación?

La palabra hablada ha tenido una importancia esencial en los mitos de la creación, aunque es verdad que los tiempos cambian y las nuevas plataformas de la comunicación la han relegado.

¿Cómo se establece esa nueva relación?

Estamos en un momento en el que deberíamos devolver la mirada a nuestras acciones. La tecnología está creciendo tan exponencialmente que resulta imposible para el ser humano adaptarse a este ritmo. Y esto influye en la vida cotidiana y personal, en el ámbito profesional, en el funcionamiento de las empresas y del país. España no se vende a sí misma especialmente bien, y tiene que ver con una carencia de conciencia, presente en un sistema educativo ignorado en nuestra formación.