Hay libros que sobrepasan las fronteras de todo tipo que se crean entre el autor y los lectores; esos muros invisibles que se interponen entre la visión y las páginas para edificar un espacio laberíntico por donde circulan cuestiones económicas, culturales, históricas, sociales... El legado etnográfico que anoche se presentó en el Museo de Artesanía Iberoamericana de Tenerife (La Orotava) está datado en la primera mitad del siglo XIX.

"Costume of the Canary Islands" es el título del proyecto editorial que anoche vio la luz en la villa orotavense en un acto al que asistió Efraín Medina, consejero de Empleo, Comercio, Industria y Desarrollo Socioeconómico de la institución insular; Juan de la Cruz, experto en vestimenta canaria, y Andrés Rumeu, descendiente de Alfred Diston, y también Francisco Linares, alcalde de La Orotava, municipio anfitrión del acto.

Precisamente la conexión familiar que sirvió como cadena de transmisión entre el boceto original del comerciante y viajero británico que fijó su residencia en el Puerto de la Cruz y Andrés Rumeu no dejó de funcionar cuando este tesoro cultural de incalculable valor fue custodiado por componentes de la familia Diston Orea, Edwards Diston, Torres Edwards, Lorenzo- Cáceres Torres y María del Pilar de Lorenzo-Cáceres Torres.

A los descendientes de Alfred Diston dedicó Efraín Medina unas palabras de agradecimiento por "la generosidad que han demostrado a la hora de poner al alcance de la ciudadanía una colección que tiene un valor incalculable", comentó en relación a un proyecto que no pasa desapercibido por a su cuidadosa presentación. "El interés del álbum no solo se centra en la indumentaria, ya que en los textos de la primera parte y los que acompañan a muchas de las láminas, aportan valiosas informaciones, en ocasiones inéditas, sobre los más variados temas del acontecer de nuestra región en las primeras décadas del siglo XIX, es decir, temas que están vinculados con cuestiones agrarias, exportaciones e importaciones, informes meteorológicos, sucesos, tablas de mediciones...", enumeró sobre un libro que está estructurado en tres grandes bloques: el manuscrito original (digitalizado), traducción al español, Alfred Diston y la indumentaria y dos apartados más en clave de anexo e índice.

Para De la Cruz uno de los baluartes de esta edición -en los crédito de colaboradores figuran los cabildos de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera, Fuerteventura, El Hierro y Lanzarote y la Autoridad Portuaria de Tenerife- hay que buscarlo en la transmisión de secuencias de la vida rural que son determinantes para entender las riqueza de vestimentas que existe en el Archipiélago.

Alfred Diston tenía 17 años en el momento en el que desembarcó en Tenerife para convertirse en uno de los primeros ingleses en residir en la Isla. Miembro de la Real Academia Económica Amigos del País de Tenerife y de la Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, fue inspector del Jardín de Aclimatación de La Orotava, un cargo que desempeñó durante 14 años. No fue hasta 1944 cuando Andrés de Lorenzo-Cáceres publicó un reportaje de 26 páginas en la revista Tagoro que desveló por primera vez el contenido de una herencia que los herederos de María del Pilar de Lorenzo-Cáceres han "rescatado" en una edición con connotaciones históricas.