El filósofo José Antonio Marina considera que "la creatividad es hija de la memoria", aboga por un uso creativo de la inteligencia y señala que "la función principal de la inteligencia es dirigir el comportamiento".

Estas manifestaciones las realizó ayer, jueves, en el transcurso de la segunda jornada de Encarte, el encuentro de creatividad, arte y educación que se desarrolla en el centro de arte contemporáneo del Cabildo que se desarrolla en el espacio del TEA.

Marina destacó que "crear es producir voluntariamente novedades eficaces", apuntó la necesidad de enseñar a enfrentarse a lo novedoso y resaltó que "el 65% de las profesiones que ocuparán los niños que ahora están en la escuela todavía no se han inventado". Por eso, señala que "tenemos que enseñar a los niños y niñas a enfrentarse con la realidad, a buscar soluciones a los problemas. En esto consiste la creatividad", sentenció.

Durante su intervención, el escritor y pedagogo toledano indicó que "hemos entrado en la era del aprendizaje y ésta rige por una ley implacable: toda persona, organismo o sociedad que quiera sobrevivir, necesita aprender a la misma velocidad que cambia su entorno" y añadió que "se va a quedar marginada la persona que no tenga la capacidad de aprender al ritmo que exija el entorno".

José Antonio Marina aprovechó su intervención para realizar un esquema de la inteligencia humana y distinguió entre inteligencia ejecutiva y otra generadora o computacional (sistema cognitivo, motor y afectivo) y dijo que "cualquier actividad inteligente se puede hacer de manera rutinaria o de manera creativa".

La segunda jornada arrancó con el profesor de Psicología Evolutiva y de Educación de la Universidad de La Laguna, Antonio Rodríguez, quien explicó el proyecto "Emocrea: La educación del corazón creativo ya está aquí " y reivindicó la necesidad de educar desde el corazón. A continuación, el museógrafo mexicano Ricardo Rubiales ofreció la ponencia "Gramáticas del museo, notas sobre corporalidad, diseño museográfico y aprendizaje" y en ella destacó que la curadoría es una puesta en escena y habló del lenguaje de los espacios.

Fátima Sánchez profundizó en el papel de la emoción en el proceso creativo: investigación, acción y resultados, y recordó la importancia que tienen las artes en la sociedad. Durante su ponencia, destacó que "para ser creativos se necesitan espacios que ayuden a serlo".