El bailarín tinerfeño Daniel Abreu, que logró tres Premios Max de las Artes Escénicas 2018 -mejor interpretación, coreografía y espectáculo por su pieza "La desnudez"-, se convierte en el director artístico de Lava, la nueva compañía de danza residente de Auditorio de Tenerife.

Daniel Abreu asegura estar encantado de poner su trabajo "al servicio de Canarias con este nuevo proyecto".

El primer proyecto de Lava, una compañía compuesta por seis bailarines de estilo contemporáneo, se podrá disfrutar durante el Festival de Tenerife, que tendrá lugar el próximo otoño. "La idea es traer coreógrafos de diferentes partes del mundo para que compartan su visión de la danza con nuestros bailarines", dice Abreu, quien compaginará su tarea en Lava con la dirección de su compañía y los encargos coreográficos.

"Cuando empecé, me hubiera gustado tener un espacio como Lava para poder desarrollarme más y mejor como bailarín", sentencia el premiado artista, para quien "una compañía es un lugar de desarrollo para un bailarín".

Daniel Abreu tiene muy presente que "con Lava queremos recuperar a los bailarines canarios que han tenido que salir de las Islas. El bailarín canario tienen mucho que aportar a la danza", sentencia.

A su juicio, "el problema con la danza contemporánea lo tienen los programadores, no el público. La danza contemporánea forma parte de Canarias y personas como José Luis Rivero, Roberto Torres o Natalia Medina son fundamentales para ella", asegura Abreu, para quien los tres premios Max se suman a una larga lista de reconocimientos a su forma de trabajar. "Gracias al premio nacional he podido presentar mi trabajo sin tanta energía porque ya se conoce: el premio avala calidad", subraya.

Licenciado en Psicología, ha desarrollado una original trayectoria creativa. Desde 2003, en el que estrena "Espera", ha realizado numerosos proyectos coreográficos presentados en Europa, Asia y América. En 2004 crea su propia compañía y firma, junto a Mónica García, "Y eso que no me dejaban ver Dallas", por la que es premiado en el XVIII Certamen Coreográfico de Madrid. Destacan "Mínimos" (2005), "Ojos de pez" (2007), "Negro" o "Nuevamente ante ti fascinado" (2008), "White" (2009), "Equilibrio" (2010) o "Animal" (2011). En 2014 recibe el Premio Nacional de Danza, en su modalidad de creación.