San Miguel de Abona, en el Sur de Tenerife, se ha convertido un pocos años en un epicentro de la música en el Archipiélago. Eventos como el de anoche, la primera edición del Canarias Baila, certifican un modelo de espectáculo que fusiona ocio al aire libre en un m arco envidiable como el Amarilla Golf, producciones de primera y espectáculos multitudinarios.

Anoche, más de 10.000 personas acudieron al reclamo de Bad Bunny, un huracán latino llegado de Puerto Rico que ha dejado dos actuaciones históricas en las Islas (el pasado jueves también hizo vibrar el Gran Canaria Arena). Junto a él, para una cita que acumuló a miles de personas desde primera hora de la tarde, Yeray Infame, Alba Rivera, Claudia Mena, Maikel Delacalle, C. Tangana, Sebatián Yatra y Karol G, entre los principales intérpretes.

El clima, cómplice, ayudó también al disfrute generalizado. Bad Bunny cerró el espectáculo ante un público entregado que coreó sus canciones y constató que hay una nueva realidad musical y que él, más que el príncipe, es el rey del trap. Con él llegó el apogeo, pero fue una cita global, con éxito de todos los artistas... una complicidad público-escenario que fue mucho más que una religión...

La música abre nuevas vías y genera adeptos que encumbran nuevos ídolos. Anoche, Canarias Baila alumbró para Tenerife la figura de un joven artista que escenario que pisa, escenario que convierte en oro.