Kase 0 regresa a Tenerife renacido. Después de la publicación de su último y exitoso trabajo discográfico, "El Círculo", el rapero zaragozano se presenta a sí mismo como un artista más humano, más real. Con su anterior banda, Violadores del Verso, escribió algunas de las mejores rimas musicales de habla hispana. Ahora en solitario sigue agrandando su figura. Es un ídolo. Este sábado forma parte del Festival Sunblast, que una vez más se celebra en Costa Adeje, con un cartel compuesto por más de 30 artistas. "Me voy a dejar la piel".

¿Cómo se presenta como artista?

Soy Kase 0, un músico de 38 años de Zaragoza. Acabo de sacar mi último disco, que se llama ''El Círculo'', que es una obra muy variada, con diferentes temáticas y variedad musical. Me he esforzado mucho para hacerlo. Es un disco muy humano; es más fácil conocerme escuchándolo que leyendo esta misma presentación.

¿Cuánto tiempo se tarda entre que surge la idea de grabar material nuevo hasta que el disco está en la calle?

- Depende mucho de la época y del disco. En el caso del "El Círculo", a mí me costó bastante porque tenía mucha responsabilidad encima. No era un disco cualquiera, porque sentía que era muy esperado por los seguidores y quería darles lo mejor de mí. Además, internamente estaba cambiando mucho y estéticamente también. Tenía mis miedos, temía que no fuera a acertar para gustarle a la gente por los riesgos que iba a correr musicalmente. Estuve tres años para sacarlo. Por el contrario, recuerdo que los trabajos de Violadores del Verso los hacíamos en cinco o seis meses. Con este último disco, como no tenía fecha, pues se hizo sin prisa. Cuando no hay fecha de entrega, puede estar uno creando mucho tiempo, que si una frase más, un detalles más? La gente que trabaja en multinacionales tiene que hacer un disco cada dos años, estés inspirado o no lo estés? En nuestro caso, que somos independientes, es un poco más anárquico; como no tenemos un jefe por arriba que marque fecha, el proceso se puede alargar mucho.

¿Qué es lo mejor y lo peor de ser independiente en esta industria?

Tampoco es lo mejor y lo peor. Hay que rodearse de gente trabajadora, inteligente y que lo dé todo por ti, por tu carrera. Encontrar ese perfil no es fácil para los grupos y tampoco es fácil ser manager; hay que hablar de dinero, negociar, y toda esa parte. "Manager" se necesita siempre, se sea independiente o se trabaje con una multinacional. En nuestro caso, el manager es el que une todo, todos los detalles giran alrededor de él, mientras que en una multinacional lo tienen todo segmentado. También te digo, si te va bien, si vendes entradas, todo es mucho más fácil de hablar, si no se venden entradas, es todo mucho más jodido.

Usted ha dicho que "El Círculo" es una especie de autorretrato, ¿hay parte de negación también de su vida anterior como artista..?

No tanto negación, pero sí evolucionar y ser consecuente. Cuando me puse a hacer el disco hubo un motín interior en mi ser y había ciertos cambios que necesitaba hacer. Lo más reseñable del disco es la sinceridad desgarradora que hay, las confesiones y la acción de purgar interiormente. Antes era todo muy estético; me importaba más la rima y el "flow" que lo que estaba diciendo realmente. Era menos el contenido y más la forma. Ahora, inevitablemente, la mente y el espíritu me pedían más contenido y menos forma. Aunque claro, con la tradición estética que tengo he intentado sacar las mejores frases. Ahora bien, mientras que antes era un obsesionado de las rimas, ahora me da igual si acababan en "on", que normalmente a los poetas las rimas fáciles no nos gustan. Rompí también con la rima consonante, que no deja de ser un infierno, te limita mucho. La rima consonante es muy bonita, pero muchas veces por buscar esa perfección se pierde lo que se quiere decir, se pierde el mensaje. Me encanta buscar palabras para rimar, pero en "El Círculo" era otra cosa.

Una vez hecho ese ejercicio de liberación, ¿ha pensado en lo que será su próximo paso creativo?

Tengo ideas, pero lo que voy a hacer cuando acabe la gira este año será descansar todo el 2019, estar con mi familia y estar tranquilo alejado del mundo creativo. Igual por defecto me da por escribir por las noches, pero no es que haya terminado este proyecto y que ya tenga otro claro y con muchas ganas. Si ahora estuviera en una multinacional y tuviera que sacar un disco, pues lo haría, pero no es el caso y prefiero reposar todo lo que he vivido estos últimos tres años, que han sido un poco locos, y luego ver lo que tengo que decirle al público, o no. También me acuerdo mucho de cuando hacía conciertos con la banda de jazz, que era un sentimiento muy bonito, también podría recuperarlo por ahí, pero sólo son ideas, de momento. No tengo energía aún para llevarlas a cabo.

Habla de cansancio cuando muchas veces uno desde fuera siente que la vida del artista es idílica?

La vida del artista está muy idealizada. En el disco hay canciones muy depresivas y me han preguntado en ocasiones que cómo puede ser siendo quien soy. Parece que por la fama y todo esto uno no se puede deprimir? Es curioso que se pregunte eso cuando la mayoría de los cantantes son depresivos. Todos están metidos en las drogas o tomando antidepresivos; no es fácil ser famoso, aunque se sea rico. Salir guapo en las portadas de los discos y feliz en los vídeos musicales es una cosa, pero la realidad es otra. Los artistas que proyectan este tipo de vida idílica, luego lo pasan peor, porque cuando hacen cosas normales igual hasta les sale urticaria, como si tuvieran que vivir en un videoclip todo el rato. No es fácil gestionar la fama ni el éxito. Lo de los videoclip es otra cosa. Y luego parece que el artista no trabaja, parece que es fácil cantar, componer una buena canción, pero hay mucha labor detrás. La música no sale de la radio. A veces pienso que la gran masa que no sabe qué forma tiene un bajo o una trompeta.

¿Qué cambiaría de la escena rap?

El mundo del rap es un muy amplio, es un abanico de tendencias infinito. Es imposible cambiar nada. Hay de todo; hay gente más espiritual, gente más callejera, más poética, más violenta, más romántica; a mí me gustaría que a la gente le gustara el rap más "hardcore" y poético que el rap más banal, pero no se puede cambiar, entre otra cosas porque la gente quiere divertirse y no quiere oír a un tío todo el rato llorando en un ritmo oscuro. Además, soy bastante tolerante en ese aspecto. No cambiaría nada, cada uno tiene que luchar por los suyo.

¿Qué es lo mejor de subirse a un escenario?

Ahí se está como uno quiere ser en realidad, como si estuviera en mi casa. Es la sensación de ser uno mismo, de haber nacido para eso. Pero no es fácil llegar a ese punto; al principio me daba mucha vergüenza. Ahora hay unos seguidores que sabes que les vas a gustar, pero cuando empiezas y nadie te conoce es todo muy distinto, llega a ser terrorífico. Ahora subo y sé que a mis seguidores les voy a hacer feliz y es una bendición alegrar los corazones de la gente.