El hallazgo de un peroné humano en una cueva de Betancuria, datado en el siglo XVI, cien años después de la conquista de Fuerteventura, abre nuevas hipótesis en torno a la pervivencia de tradiciones aborígenes. La historia del peroné comenzó en 2017 cuando Alejandro Alonso y Yeray García encontraron por azar el hueso junto a algunos restos óseos de un pie humano en Punta de los Caletones.

La arqueóloga del Cabildo de Fuerteventura, Milagros Estupiñán, explica que se hallaron con un lugar "colmatado por sedimentos, lo que hizo imposible presenciar visualmente si hubo niveles de ocupación en la etapa aborigen".

Un peroné humano de una cueva de Betancuria, datado en el siglo XVI, abre nuevas hipótesis

No hallaron material aborigen ni de época histórica, pero sí una cueva que en su momento "reunía las condiciones idóneas para ser habitada.

La cueva está en la zona de Betancuria, primer asentamiento de los españoles, a principios del siglo XV, aunque cerca de la cueva no hay evidencias de poblados de época prehistórica ni histórica. El lugar estaría reservado a actividad pastoril o pesquera y no agrícola. Según las pruebas de Carbono 14, el individuo pudo haber muerto entre finales del siglo XV y el primer tercio del XVII, pero con mayor probabilidad a partir de mediados del XVI. El estudio permitió saber que los huesos pertenecían a un individuo adulto con síntomas de osteoartritis.

Estupiñán señala que la importancia del hallazgo es porque se datan con mayor probabilidad en el XVI, un siglo después de la conquista y aclara "ya no estamos en la época aborigen, sino en la histórica aunque el enterramiento obedece a patrones culturales de la época aborigen como enterrarse en una cueva y no en un lugar santo como es propio de la cultura católica".