Sigue haciendo calor, aún hay gente que está de vacaciones, y tú te ves despidiendo las tuyas con el sabor agridulce de unos días de ensueño y la vuelta a la rutina. Cuando ya te vas mentalizando llega la gran pregunta ¿qué me pongo para ir a trabajar? Lo ideal es hacer algunos conjuntos, casi uniformes, de manera que hasta que cojas el ritmo y el calor amaine no te desesperes.

Los trajes de chaqueta con camiseta de algodón -la de siempre, con asillas o mangas, con algún aplique o sencilla, estampada o lisa- siempre quedan bien. Atrévete y ponle un poco de gracia, que los colores vivos; naranja, rosa o turquesa, o los dibujos; flores, rayas o cuadros, los que lleve el dos piezas. A la hora de seleccionar el calzado, si puedes ponerte lo que quieras apuesta por unos tenis, de colores o blancos, pero que se note que calzas deportivas, si no puedes llevarlos opta por unas sandalias sencillas con algo de tacón que no sea demasiado alto ni demasiado fino.

La combinación de falda midi y jersey finito es un clásico que no defrauda y además se presta a casi cualquier profesión. Si lo tuyo es estar en una oficina delante de un ordenador, aprovéchala porque es fluida, fresca y divertida, y si tus labores están en la calle con visitas y reuniones además te darán un aspecto femenino y cuidado. A la hora de combinar el bolso, los de asa corta, incluso ceretas, conseguirán ponerle el último detalle, sin embargo ten en cuenta que no son los más prácticos.

Los pantalones de algún tejido vaporoso siempre quedan bien y dan poco calor. Atrévete a ponerte unos que sean llamativos. Que vayas a la oficina no significa que tengas que vestir de colores sin riesgo, simplemente tienes que conseguir equilibrar. A la hora de definir la forma céntrate en los que favorezcan a tu cuerpo. Los "palazzo", "jogger" y "culottes" se han colado en los armarios este verano, pero si prefieres llevarlos ajustados al cuerpo, aun con esta temperatura, no dudes en apostar por los ciclista, que aunque tengan muchos detractores parece que vuelven y nos los vamos a poner. Diez de las "instagramers" con más seguidores se pusieron de acuerdo para usarlos, fotografiarlos y subirlos a las redes el mismo día -algo inédito- con el fin de adelantarte que aquel clásico que miramos en las fotos de los 90 y nos tiramos las manos a la cabeza vuelven para enamorarte.

Los vaqueros se destierran en muchos trabajos, si eres de las que puedes llevarlo a la oficina, aprovecha tu suerte y sácale partido en colores fuertes o en los clásicos. Llévalo con "tops" lenceros o con camisas frescas, y si necesitas cubrirte un poco más en algún momento de la jornada no olvides hacerlo con un "blazier", ideal si es el azul marino, o la típica rebeca que no dice nada, pero lo dice todo. Un buen bolso es el complemento perfecto, mientras en los pies, sandalias, de pala o esclavas, con algo de detalle o de un material especial, aunque la opción de las Converse blancas bajas sigue siendo la preferida.

El tema de los vestidos es peligroso, no todos son aptos para llevar al trabajo. No podemos olvidar que tanto compañeros como clientes se merecen todo el respeto. Los trajes que tienen un aspecto muy playero, por mucho que los quieras customizar o combinar para que sean apropiados se nota y dan un aspecto demasiado desenfadado, así que hay que reservarlos para los días de sol y arena. Los camiseros, de tejidos con algo más de cuerpo y no demasiado cortos son siempre un acierto. A la hora de elegir estampado no dudes en que sea de los muy marcados, ya los suavizarás con los complementos. Para los pies te decantarás por los que más te apetezcan, porque este tipo de prenda da tanto juego que todos, o casi todos, los diseños son bienvenidos.