Orishas está de vuelta: ya no tiene excusas para defender que era el momento propicio para montar una reunión de amigos. Roldán, Ruzzo y Yotuel vienen con un disco bajo el brazo ("Gourmet"), que el pasado fin de semana promocionaron en la capital tinerfeña. Más allá de las posibles rencillas que pudieron existir en tiempos atrás, los cubanos regresan con la intención de quedarse. En 10 años (1999-2009) reunieron tantas experiencias que era imposible que no se activara una fuerza centrífuga que colocara, de nuevo, a los tres músicos en la línea de salida de las aventuras creativas que están llamadas a conseguir grandes hitos en los próximos meses. "Nunca nos dieron por muertos, pero el tiempo pasaba y Orishas seguía en silencio", dicen en referencia a los siete años que terminaron con una despedida autoimpuesta.

"Gourmet" (2018) conforma una colección de canciones que toman el testigo a lo que vino antes, es decir, "A lo cubano" (1999), "Emigrante" (2002), "El Kilo" (2005), "Antidiótico" (2002), "Antidiótico/ Edición Especial" (2007) y "Cosita buena", álbum que abre una frontera de 10 años con lo que suena en estos instantes. "Los colores, los sabores, los sonidos... Todo eso lo hemos cocinado a fuego lento, a carbón, para darle el toque adecuado. ¡Queremos que la gente se chupe los dedos con este disco", avisa Ruzzo sobre una reaparición que viene avalada por la firma de colaboradores como Beatriz Luengo, Chucho Valdés, Franco de Vita o Melendi). Para Roldán el ADN de Orishas es reconocido en todo el mundo. "Nuestro sonido es un sirope que hace mejor al resto de los sabores que hay en las canciones. Nuestra intención no es generar ninguna guerra sobre lo que debe ser o no la música urbana. La nuestra, desde luego, tiene unos componentes artesanos que están ligados a nuestras vivencias en Cuba. Eso no significa que no estemos abiertos a una evolución. Ese mirar hacia delante es lo que nos ha traído hasta aquí", remarca segundos antes de que los cantantes adviertan que "nosotros no criticamos a la música urbana, solo nos preocupamos de que tenga cierta calidad", añadiendo que hay muchos "deshechos" que tratan de engañar al público con ritmos fáciles y canciones que no tienen contenido. "Falta belleza y pasión".

Yotuel, al filo de la apreciación anterior, indica que hay música que suena igual en todo el mundo y otra que capta el interés del público por su capacidad para sorprender. "Esto es tan sencillo como elegir un lugar para ir a comer. Puedes degustar unas buenas papas arrugadas con mojo en una casona de Tenerife que guarda un montón de parecidos con las viviendas de mi país, o irte a por un cartucho de papas fritas", argumenta Yotuel sobre los gustos de los consumidores. "La música urbana es lo más parecido a ir a un McDonald''s; la de Orishas es algo distinto y original... Yo no digo que sea malo ir a un burguer, pero como la comida de casa nada" (ríe)...

Hablando de casa. En una entrevista que Yotuel concedió a EL DÍA hace unos años, el cantante caribeño puso de manifiesto que "uno de los grandes sueños de Orishas era dar un gran concierto en La Habana, y esa posibilidad ya se ha dado. "Fue mejor de lo que soñamos por la larga espera que se abrió, pero al final se logró cantar en casa (era una asignatura pendiente que no se pudo aprobar con Fidel Castro vivo). No es la primera vez que se meten con la música que hacemos, a la que se ha satanizado en muchas ocasiones, porque lo que hay en ella viene de nuestras raíces", reivindica antes de dar una última mirada a un retrato histórico. "El concierto de La Habana ya cayó, su grandiosidad se va a poder ver pronto en un audiovisual. Nos hubiera gustado llegar a casa antes, pero nunca es tarde si la dicha es buena". Roldán, Ruzzo y Yotuel, en cambio, lo que sí tienen claro es que pronto caerán varias actuaciones en Canarias. "Sin esta tierra, hay algo en Orishas que no está completo", aseguran.

Roldán

Componente del trío cubano oRISHAS

Yotuel

Componente del trío cubano oRISHAS

Ruzzo

Componente del trío cubano oRISHAS