La sala El Arcón, del Puerto de la Cruz, será el escenario este próximo sábado (22:00 horas) del segundo concierto de la aún corta, pero ya intensa, existencia como banda de The Mani-las, nuevo proyecto que reúne las capacidades artísticas de Maika Makovski, Olaia Bloom y Mariana Pérez. Actitud y rock and roll sobre todas las cosas. Este día 16, junto a ellas, estarán los locales Morián Todos! Las entradas para presenciar este concierto se encuentran disponibles en Tomaticket (www.tomaticket.es) al precio de 15 euros. En taquilla, el mismo día del concierto, también se podrán adquirir a 18 euros.

¿Cómo presentarían ustedes mismas el proyecto The Mani-las?

Mariana Pérez: Somos una banda de garaje rockandroll ruidista con ganas de cachondeo y diversión.

Maika Makovski: Tres "hermanillas" con músculo tocando high energy rock''n''roll a todo trapo, coros coreables para todos los monilos y monilas, bailes para los go-gorilos, tres minutos de canción y no más, ¡Somos una banda de amor y diversión a palazos!

Olaia Bloom: Vamos, lo que debe ser una auténtica fiesta de rock and roll.

¿Es complicado abandonar las individualidades para pasar a formar un conjunto?

M.P.: Yo creo que somos una buena mezcla.

O.M.: A mí es que trabajar sola me resulta aburridísimo, me acabo aburriendo de mí y de la canción, que es al final lo que debe salir adelante, no tú misma.

M.M.: Yo siempre he creído que lo más importante era la canción, tocando sola o tocando con otras personas. Así que si tengo la suerte de tocar con gente que comparte esta idea, y en las Mani-las sin duda es así, no hay individualidades que valgan.

¿Es un buen momento para ser músico en España?

M.M.: No creo. Hay que luchar mucho todavía para que se le reconozca a la música el valor que tiene en sociedad.

O.B.: Totalmente de acuerdo con Maika, culturalmente no somos conscientes de la importancia que tiene la música en nuestras vidas.

M.P.: ¿Alguna vez lo fue?

¿Qué es lo peor en el día a día de ser músico? ¿Y lo mejor?

O.B.: Lo mejor, sin duda, el proceso, desarrollo y puesta en escena. El trabajo en sí es maravilloso. Lo peor, la falta de tiempo...

M.M.: Lo mejor es muchísimo. Coges un día malo, lo conviertes en canción, desaparece el día malo y queda algo que compartir y con lo que hacer felices a los demás en su lugar. Sales de gira con personas maravillosas, conoces a más personas maravillosas en el camino, y luego participas en una experiencia catártica con toda la gente que viene a escucharte tocar y a dar su energía a la causa común. Y lo peor debe ser estar lejos de tu perro.

Componer, grabar, actuar? ¿con qué se quedan?

M.M.: ¡Escenario! No hay nada comparable a esa comunión.

O.B.: Totalmente de acuerdo, es la fiesta final en la que todo el mundo cuenta.

M.P.: Yo también siempre fui una rata de local, ahora no paro de tocar en directo y espero algún día poder disfrutar igual del estudio de grabación, que para mí es la más difícil de las situaciones: reproducir la energía del directo en una habitación con la perfección que exige la grabación de una canción.

¿Qué ofrecerán en Tenerife?

M.M.: ¡Rock''n''Roll, risas, sudor, cancionazas! ¡Venimos a daros "pure entertainment" y a pasárnoslo de miedo con vosotros!

M.P.: Tenemos un "show" bastante espectacular y único.

¿Escenarios en clubes o grandes festivales?

M.M.: Salas, sin duda. El público cerquísima, siempre. Y si olemos todos un poco mal, mejor.

O.B.: A mí me encantan los garitos infectos, lo confieso. Todo cerca, sudado y bien de cerveza por el suelo, por las paredes... Qué le voy a hacer...