El Palacio de Gaviria de Madrid acoge, hasta el 24 de febrero, una retrospectiva de la artista Tamara Lempicka (Varsovia, 1898 - México, 1980), organizada por Arthemisia, que aúna un total de 200 piezas de las que fue "la reina del Art Déco" así como un "icono de una modernidad transgresora" al reflejar su amor por algunas mujeres y su "bisexualidad" en algunas de sus obras, según ha informado la organización.

De este modo, la muestra presenta una "atenta contextualización" de la trayectoria artística de Lempicka también a través de una puesta en escena "inmersiva", donde sus obras están colocadas en ambientes decorados con reconocibles "objetos déco". Así se constituye un recorrido en el que las pinturas dialogan con muebles, biombos, lámparas, jarrones, vidrieras, fotografías y grabaciones de época.

Lempicka fue pionera en desarrollar el movimiento más característico de la época, marcada por la estética de los años 20 con sus motivos geométricos, colores brillantes y formas rotundas conformado en llamado "Arte Déco".

Se trata así de un estilo clásico, simétrico y rectilíneo que alcanzó su mayor apogeo entre 1925 y 1935 pero que hunde sus raíces en movimientos anteriores como el cubismo y el futurismo, así como en la influencia de la Bauhaus. La artista fue una de sus representantes más destacadas en el ámbito de las artes plásticas, para las que planteó toda una revolución.

Así, la exposición planeta un recorrido por la evolución de la artista a través de 10 secciones a lo largo de las salas del Palacio de Gaviria. Además, constituye en cierta manera su vuelta a España después de un épico viaje que la artista realizó hace ochenta y seis y que tuvo gran calado en su obra y en el mundo artístico de la época.

Asimismo, en cuanto a sus pinturas evocando al amor hacia otras mujeres, se encuentran en una serie llamada ''visions amoureuses'' que cierran el recorrido de la exposición y en las que se encuentran un cuadro dedicado a la mujer con la que mantuvo una relación durante décadas, Ira Perrot, en''Sa tristesse'' de 1923; la aventura de un encuentro con Rafaela, modelo de su desnudo más erótico en ''La hermosa Rafaela de 1927''; y ''Las muchachas jóvenes'', de 1930.