Un antiguo diseñador de coches de Portugal ha logrado "revolucionar" el mundo de la guitarra con una serie de prototipos elaborados sin madera, sólo con corcho y una serie de resinas que hacen al instrumento más resistente, pero sin perder su calidad sonora.

José Oliveira, un autodidacta de la localidad portuguesa de Soito -en la frontera con la región española de Salamanca- ha elaborado un centenar de prototipos de guitarra con diferentes formatos y tamaños y ha presentado sus trabajos en ferias, como la reciente la Feria Tecnológica ENERTECH de Sabugal.

Ahora espera que, en breve, tras alcanzar acuerdos con empresarios internacionales, se puedan lanzar sus creaciones al mercado mundial, ya que ha tenido contactos con empresas interesadas tanto de Europa como de América.

Al contrario de lo que se pueda pensar del corcho, que es un buen aislante, Oliveira ha logrado convertir esta materia prima muy abundante en Portugal en un buen conductor de las ondas sonoras mediante una mezcla con diferentes resinas u otros componentes.

Ése es el secreto mejor guardado, confesó el luthier portugués, que no quiere desvelar qué tipo de resinas mezcla con el corcho para elaborar unas guitarras únicas, de lo más singulares en cuanto a diseño y que abarcan todo tipo de disciplinas musicales.

"He logrado construir en diferentes tamaños todo tipo de guitarras flamencas", aseguró.

Las que mejor suenan son las que elabora con corcho, resina y fibras vegetales de yute, también conocidas como fibras "tela de saco".

"El sonido que ofrecen estas guitarras flamencas es tan bueno como el de las guitarras flamencas de madera", aseguró.

"Incluso, son tan resistentes que las puedes lanzar desde la Torre Eiffel y no se rompen", ya que sus componentes ofrecen mucha resistencia, ironizó.

En el caso de las guitarras flamencas, ha diseñado tanto un prototipo de tamaño estándar como otras que ha denominado "guitarras de viaje", muy pequeñas, aunque su tamaño no impide que su caja de resonancia suene igual que una de tamaño superior.

Además, también ha conseguido que estas guitarras se puedan usar en la versión electroacústica.

Oliveira confiesa que cada guitarra no le lleva más tiempo de producción de dos horas y que todas tienen la ventaja de que, al contrario que las de madera, no se hinchan, no varían su forma con el cambio del temperatura y pueden estar mucho más tiempo sin ser afinadas, dada su composición.

"Además, son las únicas guitarras del mundo que se elaboran sin tener que talar ningún árbol", argumentó.

También ha logrado crear prototipos de guitarra para interpretar el fado portugués (de 12 cuerdas), que, al igual que las flamencas, tiene versiones tanto en formato grande como de viaje, que pesan alrededor de 600 gramos, es decir, "la mitad que una guitarra normal".

Mientras espera que su patente llegue al mercado internacional por alguna empresa que quiera apostar por su idea, este inventor también ha creado prototipos de otros instrumentos de cuerda como ukeleles (4 cuerdas), también mediante la técnica del corcho mezclado con la resina.

Incluso, ha intentado elaborar prototipos de instrumentos con carbono y resina, aunque confiesa que su sonido no es tan bueno.

Este tipo de guitarras "tienen tantas ventajas", insistió, que "puedes tocarlas bajo la lluvia, ya que sus materiales resisten a la humedad".

Su último empeño, en el que lleva algún tiempo trabajando, son prototipos de cajones musicales para acompañar a la guitarra, también a base de corcho y resinas, sin madera.