La memoria colectiva, mitos, leyendas y hechos históricos son los principales recursos que utiliza el polifacético dramaturgo Cirilo Leal Mújica (Carúpano, Venezuela, 1953) para dar rienda suelta a su apreciada escritura dramática, una de las facetas más reconocidas de su producción que será recopilada en cuatro volúmenes por las editoriales Aguere-Idea.

La primera de las entregas, "Teatro memoria I", que ya ha sido presentada en diversas localidades de las Islas, la última el pasado viernes en el Centro Cultural de Los Cristianos, recoge cinco de sus obras, premiadas en distintos certámenes canarios, publicadas y la mayoría estrenadas por diversas compañías canarias y de fuera de las islas, además de estar acompañadas de estudios y comentarios realizados por historiadores y críticos. Este esquema regirá el resto de los tomos previstos publicar.

"Este primer volumen, que tiene casi trescientas páginas, se acompaña de estudios por parte del director de la puesta en escena. Pascual Arroyo, Óscar Bacallado, todos los directores que han pasado reflexionan sobre la obra, y críticos que la han visto colaboran con un texto. Cada pieza dramática se acompaña con el eco que ha tenido en el espectador".

Este especialista en recuperar vivencias y tradiciones de su entorno vital canario no recuerda exactamente el número de obras que habrá escrito, alrededor de medio centenar, porque algunas de ellas se han convertido en experiencias de implicación social, como ocurrió con el Teatro Cambullón, (1977), que generó dos piezas, "Los emigrantes clandestinos" e "Historia del cambullonaje", que no están incluidas en la colección de obras completas de Aguere-Idea.

Al igual que ocurre con el proyecto de El Hierro Teatro Malgareo (1999), con la obra "Bajo el mismo cielo", que se llevó por todo el archipiélago; o la que se desarrolla actualmente con Teatro Memoria, en la que prepara el montaje "Historias de la Viña del Loro", que espera estrenar próximamente.

"En esta obra participan personajes del carnaval y personas que conocieron este bar que estaba en al ámbito portuario, al comienzo de la calle La Marina, donde había un loro borrachín que insultaba a todo el mundo. Lo he convertido en un personaje, en un poeta que no quiere recordar ese pasado. En este montaje rescatamos la historia de la emigración, del polizonaje, de la represión en los años 60 y 70. Eso da lugar a un libro casi de entrevistas, de búsqueda de testimonios, de personas que viven esa época, ese ambiente".

Cirilo Leal siempre ha destacado por su labor de recuperación de la historia social, tanto en el teatro como en el periodismo, hechos y actitudes que en muchas ocasiones se repiten en la actualidad. Las entrañas de su teatro siempre es social.

"Fundamentalmente mi teatro es de ideas, crítico, en el que empleo el pasado, la memoria, para hablar aparentemente de hechos acontecidos, pero estoy hablando de la sociedad actual. Es un teatro espejo (...). En cualquier hecho que utilizo o toco parto, realmente, de una imagen del presente, aunque parece que se ambienta en otra época. El teatro de la memoria es un teatro que habla del día a día, del hoy, del presente. El trasfondo siempre es social. El teatro que concibo puede ser de divertimento, de distracción, pero también tiene una parte de espejo crítico con el poder".

Este dramaturgo y escritor no se considera un autor de taquilla, ni vive profesionalmente del arte de Talía, circunstancia que le ha permitido escribir con plena libertad y no limitarse por la idea de complacer al público; además de poder trabajar con directores como Arroyo, Bacallado, Manuel Luis o Juan Carmona, entre otros. "He podido escribir y ser lo a que a mi me ha interesado", matizó.

Las obras de Leal, algunas de las cuales han sido vistas en Cuba, Venezuela, Argentina, Alemania, o Portugal, entre otros países, además de en la península y en Canarias, se caracterizan por indagar en las raíces, por tratar de reconstruir un pasado desconocido, que no ha sido difundido, porque considera que hay muchas lagunas en la historia que deberían darse a conocer en una lucha contra el olvido interesado.

"Yo busco dos cuestiones en el teatro, lo de entretener es una exigencia. Hacer un teatro plúmbeo o museístico no me interesa para nada. El teatro que sé hacer es social, crítico, porque entiendo el oficio del teatro como algo que critica al poder en sus distintas manifestaciones, religiosas, económicas o políticas, como el oficio de periodista o antropólogo".

También precisó que "el teatro que hago, por un lado, toca siempre estos elementos del poder e intenta desenmascarar al poder en sus distintas máscaras, espejos e espejismos. Luego, el teatro que vengo haciendo desde el comienzo, desde la experiencia de Teatro Cambullón, es un teatro que me permite seguir ahondando en la tradición, en la memoria, en los testimonios. Todo mi trabajo es seguir ahondando en episodios marginales de la historia de Canarias y con el reto de que cualquier obra que escriba tenga una dimensión universal".

Cirilo

Leal

dramaturgo, periodista, psicólogo y guionista