Paco León y Anna R. Costa recrean las fiestas y excesos de Ava Gardner en plena dictadura franquista en ''Arde Madrid''. "En cuanto a glamour y desfase, seguro que nos hemos quedado cortos", confiesan los creadores de la nueva serie original de Movistar + que reconstruye aquella Dolce Vita madrileña de los años 60 a través de los ojipláticos miembros del servicio que acompañaron a la diva durante los más de diez años que vivió en la capital española huyendo del ruido mediático de Hollywood.

La serie, que Movistar+ estrenó este jueves 8 de noviembre, gira entorno a dos mujeres "muy fuertes", la propia Ava Gardner, a la que da vida la estadounidense Debi Mazar, y su asistenta, Ana Mari, interpretada por Inma Cuesta. Dos mujeres muy diferentes pero con algo en común: ambas llevaban la voz cantante cuando el machismo era la tónica general en España.

"Ana Mari es una mujer aprendida, no tiene vivencias y es solo lo que le han enseñado en la sección femenina. Entonces se encuentra con Ava una mujer libre que se ha hecho a sí misma. Esas dos fuerzas de la vida se cruzan... y se van a influir", apunta Costa.

"Es una serie de mujeres fuertes como hay que hacer hoy en día", proclama León en una entrevista con Europa Press en la que también recuerda el largo camino andado para sacar adelante una ficción diferente provista algunas decisiones, estéticas y argumentales, que ellos mismos definen como "rompedoras".

"Lo del blanco y negro costó un poco más, porque parece que te remonta a lo antiguo, pero todos han sido muy sensibles con estas ideas novedosas y rompedoras que formaban parte de cómo había que contar la historia", dice Costa. "Primero tuvimos que trabajar mucho para tenerlo claro nosotros y después hemos tenido que convencer mucho. Pero han sabido respetar la idea que teníamos", secunda León que además de dirigir los ocho capítulos de ''Arde Madrid'' también interpreta a uno de los protagonistas, Manolo, el chófer de la diva.

La mujer y el sexo en la España franquista, la censura, las tremendas desigualdades sociales o la discriminación son algunos de los escabrosos temas que ''Arde Madrid'' aborda siempre en clave de comedia. Un enfoque "natural" y nada forzado para los creadores de la serie. "Para nosotros la comedia no es un objetivo ni un género, es una mirada inevitable de contar las cosas. No buscamos la risa, usamos la risa para contar cosas", explica León.

Y a la hora de retratar esa "Dolce Vita madrileña", los excesos y las fiestas que fueron la constante durante los trece años que la Ava Gardner vivió en la capital española, aseguran que "la realidad siempre supera a la ficción".

"Lo más seguro es que, en cuanto al glamour y el desfase, nos hayamos quedado cortos, porque al no vivirlo lo reproducimos según lo hemos leído o según nos lo han contado", señala Costa que también apunta que hay un aparte de la leyenda, la de todos esos hombres que aseguraban haberse acostado con Gardner, que es más que dudosa: "Creo que Ava se emborrachaba tanto que cuando llegaba a casa se quedaba dormida. Así que todos esos que decían que se habían acostado con ella... lo que pasaba es que llegaban se daban cuatro besos y caían redondos. Y así también lo contamos nosotros".

LA INVENTORA DEL ''AFTER'' EN MADRID

"Algo que nos dijeron, y que nos sorprendió bastante, es que el mismo Fellini se inspiró en Ava Gardner para hacer su ''Dolce Vita''", revela León que sostiene que la leyenda de la actriz y sus fiestas se vio acrecentado por el enorme contraste que su modo de vida suponía en la España del franquismo.

"La leyenda aparece por el contexto, la mayoría de las cosas que pasaban en esas fiestas las puedes encontrar cualquier viernes por la noche en uno de cada tres bares de Madrid. La historia es que aquello en España era muy insólito. Y que una mujer como Ava Gardner estuviera liderando eso, inventando el ''after'' en Madrid. Eso era lo fuerte, el contraste", afirma.

Y el contrapunto al glamour y los excesos de la estrella hollywoodiense lo pone Ana Mari, la asistenta encarnada por Inma Cuesta y verdadero "corazón" de Arde Madrid. Un personaje del que la actriz valenciana confiesa estar "totalmente enamorada". "Hay que ver con lo chica que es, con la mala leche que tiene... cómo maneja el cotarro", dice entusiasmada sobre una mujer "severa, autoritaria y casi militar" que pertenece "a esa generación que se crió estudiando el manual de la buena esposa".

Pero cuando Ana Mari entra a servir en casa de Ava y conecta con ese otro mundo, adelanta Cuesta, "todas sus creencias se terminan yendo abajo". "Vive una liberación en todos los sentidos. Una liberación como mujer, una liberación sexual y termina descubriendo una parte de ella que desconocía", dice la actriz acompañada de Julián Villagrán, que da vida a su hermano Floren, un personaje "un poco esquizofrénico" que, según apunta el actor, es "muy libre" en medio de la represión y la censura franquista porque no tiene "conciencia de ciertas cosas".

AVA, UNA DISFRUTONA

"Ahora hay una censura encubierta. Aunque no vivimos en una dictadura, si ves entrevistas de otros artistas hace tiempo es sorprendente con la libertad que hablan de muchas cosas", recuerda Cuesta que lamenta que "ahora hay cierta sensación de que hay cosas que no se pueden decir o que si las dices te vas a buscar un problema". "Vivimos en la dictadura de las redes sociales y de Google", apostilla Villagrán que al igual que su compañera ensalza cómo ''Arde Madrid'' retrata esos "contrastes", la dictadura, la represión, la censura del franquismo de un lado y del otro la vida de "un ser absolutamente libre" como Ava Gardner. "Era una ''disfrutona'' que llevaba por bandera la alegría y la fiesta. Y sus fiestas eran una locura", sentencia Cuesta.

Una auténtica fuerza de la naturaleza que revive en ''Arde Madrid'' gracias al entregado trabajo de Debi Mazar. "Estaba muy nerviosa por interpretar a Ava Gardner, porque no me parezco mucho físicamente, soy más bajita, tengo más curvas... pero sí que tengo algo de su espíritu. Me gusta vivir intensamente y tengo una gran personalidad", afirma la actriz estadounidense que llegó al papel a través de su amiga Rossi de Palma, que fue quien la puso en contacto con Paco León y Anna R. Costa.

"Fue un honor y también un desafío porque es una gran mujer. Solo hay una Ava Gardner", sentencia la actriz a la que, como en no pocas secuencias de la serie, acompaña Ken Appledorn, el actor que da vida a Ben, el asistente personal de Gardner que tiene la difícil tarea de intentar domar a esa fiera desatada. "Ella necesitaba que la trataran con tacto, con ternura... y que la entendieran", apunta.

Ambos se deshacen en elogios hacia la forma de trabajar de Paco León -"Nunca he trabajado con alguien como él... y he trabajado con mucha gente", asegura Mazar- y coinciden en señalar que en el cine de hoy en día ya no existen divas tan rutilantes como Ava Gardner. "La edad dorada de Hollywood ya pasó, con esos vestidos, las joyas, los viajes... Ahora hay muchas estrellas, y algunas seguro que se creen que son divas, pero la mayoría están en el mundo de la música. Puede que yo sea la última que quede", dice entre risas.