Está estrenando uno de esos dúos que aspiran a dominar las listas de ventas en España en los próximos meses, aunque su único objetivo es que "No!", tema que comparte con el malagueño Pablo López, consiga la aprobación de una audiencia que ya respaldó su paso por el concurso "Operación Triunfo", en una edición en la que compartió galas con los tinerfeños Ana Guerra y Agoney. "Proyectos de este calado son los que te ayudan a crecer como artista", asegura la gallega Miriam Rodríguez sobre las sensaciones que ha experimentado en la grabación de su segundo sencillo. "La implicación de Pablo en este proyecto ha sido total y en estos instantes es uno de los apoyos artísticos más importantes que tengo en mi vida", agradece.

"Más que las ventas o lo alto que pueda llegar esta canción, una de mis prioridades es convencer al público y transmitir verdad. Eso es algo que está muy presente en este tema porque Pablo es un gran defensor de la libertad y, sobre todo, de la verdad", cuenta de su relación con el que también fuera concursante de "OT". De su paso por el concurso de TVE quedan unos recuerdos que, según ella, van ya a formar parte de su vida y una serie de vivencias que desea anudar a su carrera profesional. "La buena conexión entre los compañeros no se va a romper, pero está claro que ahora nos toca a cada uno defender unos planteamientos individuales".

Miriam, que ya conoce la sensación que desprende un material nuevo, afirma que "No!" no es la típica balada. "La canción es distinta a la anterior. Aquí nos hemos ido al otro extremo. No es la típica canción de amor, porque hay un tono más desgarrador. Tiene un mensaje cargado de fuerza que llega a la gente", avisa la tercera clasificada de la edición de "OT" del pasado año. "No quisimos poner límites que lastraran la canción, sino dejar que la letra y la música se unieran de forma natural. Se han programados pocas cosas para que no se perdiera esa originalidad".

"No!" muestra a una Miriam en una tesitura más romántica, pero sin perder la fuerza de una voz que fue objeto de muchos debates a lo largo del concurso. "Al margen del género musical que vaya a interpretar, una de las cuestiones que más valoro es tener el control de mi voz. No tengo miedo a experimentar, pero hay barreras que son imposibles de cruzar para no desvirtuar lo que estás haciendo. Las etiquetas son imposiciones que la mayoría de las veces no buscas en una canción. Yo no me pongo límites, pero reconocer mis virtudes y defectos es una ayuda a la hora de medir el siguiente paso".

Canarias no es una tierra desconocida para Miriam Rodríguez. No lo es porque días después de abandonar la academia estuvo en Santa Cruz de Tenerife para promocionar el concierto de "OT" que se celebró el 30 de mayo en los aparcamientos del Parque Marítimo. "Ya conozco la sensación de actuar en las Islas, pero quiero ir con mis canciones", avisa sobre un deseo que quiere hacer realidad a corto plazo. "Mis esfuerzos están concentrados en la promoción deNo!, pero es una de las plazas deseadas por todos los músicos. Todo está por hacer, aunque la alegría de estar al lado de un artista del nivel de Pablo ya no me la quita nadie. No es fácil tener la seguridad que te transmite a la hora de trabajar una canción. Eso es algo que se aprende con el paso del tiempo", sostiene una intérprete que no se acobarda por la enorme competencia que existe en los escenarios. "Yo no puedo pensar en lo que están haciendo otras personas. Prefiero centrar todas mis fuerzas e ilusión en aventuras como esta", incide antes de volver a la línea de salida de esta conversación. "No voy a negar que a todos nos gusta estar lo más alto posible -destaca al ser interrogada por los números uno que ya han sumado Ana Guerra y Aitana en sus carreras en solitario-, pero sigo disfrutando con las cosas que me permiten descubrir los secretos de una profesión que espero alargar muchos años. Este dúo con Pablo es el principio de una relación que está basada en la confianza", concluye.