El pasado 22 de octubre, Pepe Valladares resultaba reelegido como presidente del Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña por cuatro años más. De fondo, el cierre de las instalaciones decretado por la Gerencia de Urbanismo.

Es una buena noticia que el Círculo de Bellas Artes vuelva a reabrir sus puertas esta semana.

Bueno. Abrimos, realmente, con una licencia particular, algo así como si estuviéramos en Carnaval, adaptada por Protección Civil, con un plan de emergencias y pagando a ingenieros y la licencia de Gerencia. Luego, vamos a ver qué es lo que hacemos.

Pero a partir de hoy se celebran en la sociedad unas jornadas de artistas emergentes y turismo y, para el jueves, está programada la presentación de un libro.

Estas jornadas forman parte de la programación de Merkarte. Pero esto no quiere decir que el problema esté resuelto. Abrir ahora, por ejemplo, representa un desembolso cercano a la cantidad de 1.200 euros.

¿Cómo está entonces el trámite de la licencia después del expediente abierto por la Gerencia de Urbanismo?

Lo de ahora es una licencia privada para un momento concreto. El tema lo tenemos en manos de abogados, porque considero que se han equivocado y, además, de manera evidente. La licencia del Círculo de Bellas Artes se remonta a 1988 y esta es una circunstancia que se puede retraer porque hay actividades consolidadas.

¿Tiene que ver con la aplicación de la nueva legislación?

Considero y sostengo que la nueva lesgislación de actividades no se puede aplicar a un edificio que data de la década de los años cincuenta del siglo pasado. Y es que, si hacemos un somero repaso, un edificio como el Auditorio de Tenerife no dispone de licencia de actividades, así como tampoco el Real Casino de Tenerife o el Real Club Náutico de Tenerife.

Se refiere a sociedades emblemáticas de la ciudad de Santa Cruz.

Pero el caso del Círculo de Bellas Artes hay que analizarlo como una entidad que resulta imprescindible para entender la historia de Santa Cruz de Tenerife y también de la Isla.

¿Y cuál es la postura de la sociedad que preside ante el actual estado de cosas?

Después de todo lo que está sucediendo, me estoy planteando seriamente el cierre de la sociedad y que sean ellos quienes asuman las consecuencias.

El alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, manifestó sudecidida voluntad para resolver la situación.

Esa era su voluntad, un comportamiento que agradezco, pero el alcalde se ha encontrado con un problema que se llama Gerencia de Urbanismo.

Una concejalía que está en manos del PP.

No sé si existen intencionalidades políticas en este asunto, pero sí percibo la cerrazón de unos funcionarios que tratan con el mismo rasero al Círculo de Bellas Artes y a un local comercial.

Se estableció el mes de noviembre como plazo.

Hemos llegado al límite del plazo que nos marcaron y no hay respuesta de la administración, tanto del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, como del Cabildo.

¿Qué les reclaman?

Pues para poner el edificio al día, de manera legal, nos hablan del desembolso de alrededor de unos 400.000 euros, una cantidad de dinero que creo, sinceramente, deberían asumir las distintas administraciones como una cuestión inherente a la ciudad.

¿La sociedad carece de fondos?

Somos una entidad sin ánimo de lucro. Los miembros de la directiva no cobramos un solo euro. Y vuelvo a insistir en que no es posible concebir una ciudad como Santa Cruz sin la presencia de una entidad como el Círculo de Bellas Artes.

Expediente "acultural"

El pasado mes de junio, la Gerencia de Urbanismo inició un expediente por "actividad clandestina", a resultas de la denuncia presentada por un vecino como consecuencia del ruido procedente del inmueble ubicado en la calle del Castillo. Una resolución del consejero-director de la Gerencia de Urbanismo, Carlos Tarife, con fecha de 14 de septiembre, estableció el cese de actividad, por el cual se ponía fin a la vía administrativa, teniendo en cuenta el desarrollo de "eventos culturales, exposiciones y audiciones de pública concurrencia, en el que se incluye un bar-cafetería" y entendiendo que la sociedad no cuenta con "título habilitante, licencia de apertura o comunicación previa".

Aprovechando el periodo de inactividad del mes de agosto, el Círculo de Bellas Artes cerró sus puertas al público para realizar una serie de obras en el edificio y suspendió todo tipo de actividades culturales de cara al mes de septiembre. Desde el año 2015 se ha habilitado un ascensor, una rampa para la accesibilidad de discapacitados y se había iniciado la adaptación del baño.

La noticia del cierre de actividad en el Círculo de Bellas Artes decretado por la autoridad municipal provocó una reacción inmediata de rechazo, tanto de colectivos como también de personalidades de la cultura, que consideraron la medida como un acto irreflexivo, una insensatez y un ataque a la cultura, cuando no un soberano disparate. El presidente de la entidad, Pepe Valladares, optó entonces por adoptar la fórmula del diálogo y el consenso, convencido de que las administraciones públicas arbitrarían soluciones y darían una salida lógica a esta situación, pero se ha encontrado con un panorama que, según dice, lo obliga a defender la pervivencia de la sociedad con uñas y dientes.