La trayectoria del periodista Luis Lapuente es lo bastante sólida como para ser considerado uno de los principales críticos musicales y toda una autoridad en lo que se refiere al soul. Estos días ha estado en Tenerife presentado su libro "Historia de la música disco", en el que reivindica para este estilo el mismo estatus que ostentan otros calificados de más serios.

La génesis de la obra la explica de esta manera: "Escribo en muchos lados y soy socio fundador de la editorial Efe Eme, junto con el crítico musical Diego Manrique. Hace algunos años hice un libro sobre el soul, que siempre ha sido mi pasión. Y de pronto un día pensamos que había llegado el momento de reivindicar la música disco, un estilo con una repercusión brutal y siempre ha sido considerado una especie de música pachanguera y hecha solo para bailar.

De todas formas, está mejor visto ahora reivindicar la música disco que cuando realmente estaba de moda.

Estaba mal visto. A mí aquello me pilló con 20 años y compré muchos discos de música negra. Lo bueno es que por eso mismo estaban rebajados. A nadie le interesaban, salvo a los djs que compraban los "singles". Tras publicar el libro he visto un montón de artículos en la prensa que nos vienen a dar la razón. Si he contribuido en algo, ya me siento satisfecho.

En aquellos tiempos era muy complicado que las revistas serias de rock se ocuparan de los músicos y los intérpretes disco.

Por descontado. De vez en cuando encontrabas algún artículo. Pero era muy raro. Ha ocurrido siempre con la música negra, que se ha visto como algo intelectualmente menor. Lo curioso es que eso pasaba con los aficionados al rock en España, mientras que a la vez intérpretes como los Rollings Stones o Rod Stewart hacían también música disco.

Existió mucho "crossover". Artistas de ambos estilos que se influenciaban mutuamente. Donna Summer hacía rock y Kiss interpretaba música disco?

Sí. También Queen. En realidad pocos escaparon porque era la moda. Lo que pasa es que todo lo que huele a popular es despreciado por las élites.

Pero también hubo cantantes de música negra como Aretha Franklin que se resistieron a subirse al carro y al final lo acabaron haciendo, pero a regañadientes?

Sí, por ejemplo grabó La Diva y otros dos discos en Atlantic que son estupendos. Me da que sabía que iban a ser muy buscados porque no se han podido reeditar. La causa es que los derechos se los quedó ella. Supongo que sus herederos los sacarán ahora en formato digital.

En la obra resalta la importancia que tuvo Europa a la hora de servir como revulsivo a los músicos de EEUU.

Intento explicarlo. Por primera vez los europeos tuvieron mucho que decir en una música de origen negro. Sobre todo gente como Giorgio Moroder. Ahí nacieron Donna Summer, todo un fenómeno, y el eurodisco, que fue muy importante. La principal aportación es el uso de los sintetizadores. De hecho en ese punto se sitúa el comienzo del tecno.

Parece que en Europa apreciaron más a las cantantes negras como las que llegaron a Alemania para interpretar el musical "Hair".

Cierto. Miles Davis en Europa era considerado un dios y otro tanto ocurrió con muchos cantantes soul. En el campo de la música disco, Donna Summer no era nadie en Estados Unidos y aquí se convirtió en una diosa.

Y Roberta Kelly o Amii Stewart? Incluso a Billie Holiday también le pasó lo mismo. En EEUU era poco menos que una yonqui y Europa la recibió con los brazos abiertos.

Siempre ha ocurrido así. Incluso en Estados Unidos hubo un movimiento muy radical en contra de la música disco.

El "disco sucks" (la música disco apesta)? ¿A qué cree que se debió ese rechazo?

Es cierto que se hizo mucha basura, pero ni más ni menos que como pasa con todos y cada uno de los estilos. Lo justificaron porque se reivindicaban las bajas pasiones y era escuchado por latinos, negros y gays. A la sociedad norteamericana le resultó muy duro digerir todo eso.

Patricia Godes dice que los motivos eran también económicos. Resultaba más barato grabar un LP de rock con cuatro instrumentos que uno de música disco para el que era necesario contar con una orquesta entera.

Eso también. El rock vendía álbumes mientras que la música disco se centraba en "singles" o "maxisingles" que dejaban mucho menos dinero. Patricia Godes, por cierto, ha sido de las pocas que reivindicaron este género.

Ustedes dos, en la práctica, son los únicos críticos serios que han dado la cara por esta corriente, arriesgándose a que se cuestione su credibilidad.

Es nuestra manera de ser. Cada uno tiene su estilo. Cuando decía que iba a escribir este libro hubo gente que me miró de forma rara. Con el de soul no tuve tantos problemas.

Pero lo cierto es que la influencia de la música disco hoy en día en el house o el tecno nadie la pone en duda.

Efectivamente. Toda la música de baile moderna viene de ahí. Y luego están Prince, Madonna, Beyoncé o Janelle Monáe, que tienen una influencia clarísima.

Los Jackson estuvieron la pasada semana aquí. Tristemente no fue mucha gente. Creo que el público no era consciente de la trascendencia histórica de estos intérpretes.

¿Aquí en Tenerife? ¿Y vino Jermaine? Ellos son importantísimos dentro de la música negra. Tienen un repertorio impecable.

¿Cuál cree que es el futuro de la música disco? ¿Seguirá teniendo la misma importancia?

Pienso que sí. Igual que el rock and roll ha estado ahí desde que nació, creo que la música disco es un género en sí mismo. De hecho, diría que los estilos que más han marcado la música de nuestros días han sido el rock and roll, el soul y la música disco. Tienen un cuerpo único del que deriva todo.

¿Qué tres intérpretes y canciones elegiría?

Sin duda uno sería Chic, la gran banda de este género; Donna Summer, porque inició la música con sintetizadores, y luego un grupo que reivindico en el libro: Kid Creole and The Coconuts. En cuanto a canciones, "I Feel Love", de Donna Summer, cualquier tema de Chic, como "Le Freak", y de The Jacksons, "Blame it on the Boogie".

De España afirma que Alaska es una de las principales defensoras de esta corriente en los distintos grupos en los que ha militado.

No es la única, pero sí lo ha sido. En el libro hablo de Carlos Berlanga, el compositor de Dinarama y de su disco en solitario llamado Impermeable. Como tenía sus toques de dandi le pegaba mucho esta música. Y de Alaska, "Deseo carnal" es el que más se acerca al sonido disco.

En realidad, más bien al de Filadelfia. Cuando salió, recuerdo que los críticos los lincharon sin ningún miramiento.

Sí, pero se bailaba y vendía en todas partes. Hoy en día cualquier persona sabe que es un auténtico clásico.

En la actualidad parece que se tiende a lo anónimo. Ya no aparecen aquellos grandes intérpretes de los años setenta.

Lo bueno y malo de la música disco es que democratizó mucho el panorama musical. Eso está bien, pero también dio lugar a que desaparecieran los grandes cantantes. Aunque los sigue habiendo, como por ejemplo Beyoncé, que interpreta música disco, country y lo que le echen. Forma parte de la mejor tradición del soul.