La música no tiene fronteras y, en consecuencia, los músicos tampoco. Un "sonoro" ejemplo lo representa el alemán Walter Abt, quien hoy, viernes, festeja sus cuarenta años de trayectoria musical subiéndose al escenario del Antiguo Convento de San Francisco en Garachico, para interpretar palos tan diversos como flamenco, música clásica, jazz o klezmer judío junto al elenco tinerfeño del grupo Sol y Sombra, en un concierto titulado "Ruta 66".

Para una ocasión tan especial, que coincide también con su cumpleaños, contará con la colaboración de Rosmén Rodríguez, a la percusión; Paco Dorta, saxofón; el compositor y director de orquesta Gianfranco Grisi y su singular concertina; Fausto Vicenzi, clarinete, además de Tom Sawyer Charanga & Dixieland Jazz Band.

Pero no serán los únicos, porque en esta fiesta conmemorativa está prevista la presencia de músicos y amigos, hasta una treintena, procedentes de Francia, Brasil, Italia, Alemania, Austria, España y Canarias. "Es, sobre todo, una reunión de amigos", explica.

Walter Abt, que dice estar "enamorado de la gente de Garachico y de su mar", es un guitarrista tremendamente singular que muestra una técnica admirable en sus ejecuciones. Formado en la tradición clásica, desde muy pronto se sintió llamado por otras sonoridades y estilos, abrazando el jazz o el jazz gitano, así como el klezmer judío, que ha estudiado con los mejores maestros.

Estos registros lo convierten en un intérprete versátil condición que le ha abierto las puertas para realizar múltiples grabaciones, con las que ha conseguido varios premios, moviéndose en repertorios tan variados y distintos como la música renacentista española e italiana, la literatura clásica para guitarra o la música contemporánea sudamericana.

Entre sus grabaciones destaca un disco dedicado a Johan Sebastian Bach y a sus variaciones Goldberg y el "Suite Havana", con géneros como el bolero, la rumba y el son. A este bagaje incorpora su enorme pasión por el talento que se traduce en una gran cantidad de composiciones, razón que lo conduce a crear su propio conjunto, de nombre Sol y Sombra.

Lo acompaña en este especial festejo Gianfranco Grisi, quien trae para la ocasión la concertina, una especie de pequeño bandoneón, "pero con un mecanismo diferente", explica.

Con Walter Abt lo une una amistad de más de treinta años, cuando "la música nos acercó" allá en el lago De Garda, al norte de Italia donde el alemán se estableció en una casa cercana a la suya.

Gianfranco Grisi estudió en varias instituciones musicales y su espectro musical abarca desde el clasicismo hasta la vanguardia y desde la música popular y la "música mundial" hasta el jazz. En 1988 fundó el conjunto "Dissuono". En cierta ocasión confesó que aprendió a tocar la concertina después de que le pidieran que lo hiciera en un sueño. Ahora es aclamado como uno de los principales exponentes europeos del instrumento.

Concierto: 25 de enero

Lugar: Antiguo convento de San Francisco (Garachico)

Hora: 20:00

Walter Abt

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