La financiación de proyectos emprendedores tiene en el crowdfunding, el mecenazgo colectivo, una poderosa herramienta que democratiza las posibilidades de obtener el capital necesario que permita lanzar al mercado un producto tanto físico como digital. Ramón Pérez, cofundador de Barner, compartió en la Cámara de Comercio de Tenerife cómo consiguieron recaudar más de medio millón de euros a través de campañas de crowdfunding.

¿Cómo surge la idea de crear las gafas Barner?

Mi socio trabajaba en Dublin en Google y en el comedor veía a programadores que llevaban unas gafas deportivas con lentes amarillas porque bloqueaban la luz azul de las pantallas, reduciendo el picor de ojos y el dolor de cabeza. Le dejaron un par de gafas y notó la mejoría. Descubrió la utilidad y pensó que la mayoría de los trabajadores pasan muchas horas detrás de las pantallas y podrían beneficiarse, aunque no todos querrían llevar ese tipo de gafas. Con ingenio buscamos unas monturas bonitas y de diseño junto a las mejores lentes del mundo para protegerse de la luz azul. Así nació Barner.

¿Por qué utilizar crowdfunding para lanzarse a emprender?

Lo primero que piensas cuando estás trabajando y quieres emprender es que hace falta dinero. Hay muchas personas con buenas ideas e intentan obtener la financiación con inversores privados y bancos. Lo veíamos como una opción muy negativa. No solo estás dejando un trabajo de unas cuarenta horas semanales, pasas a trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana con unos inversores que aprietan para obtener rentabilidad por el dinero que han prestado. El crowdfunding te permite emprender sin depender de nadie que tenga capacidad de decisión sobre tu proyecto. No queríamos sentir esa presión ni tener la obligación de pasar los informes regularmente de los avances a los que nos prestaran el dinero. Vimos en el crowdfunding una fuente fantástica para recoger este capital. No necesitábamos a nadie. ¡Podíamos vender el producto sin siquiera tener el producto!

¿Qué trabajos previos son necesarios para alcanzar el éxito?

Primero hay que validar el concepto. Preguntar a familiares y amigos qué les parece para tener una visión objetiva. A continuación, y lo más importante, es construir una comunidad alrededor de tu producto. Hay muchísimas maneras de crear una comunidad como las campañas de captación de "leads" -usuarios que entregan sus datos personales- utilizando, por ejemplo, anuncios en Facebook con el fin de recibir un aviso el día del lanzamiento de la campaña. Esto permite conocer de antemano si se va a tener buena salida. Es importante obtener en los primeros días tras el lanzamiento un 100% del objetivo de recaudación estipulado inicialmente. También es importante definir bien la campaña: describir el problema; la solución que ofrece nuestro producto y sus características. Casi siempre hay que invertir algo en marketing. Estar en una plataforma no es suficiente. Hay que utilizar anuncios, crear eventos y publicar en prensa para llevar a los posibles mecenas a la web.

Durante la campaña, ¿qué trabajos se realizan?

No se para desde que se arranca la campaña. La mayor carga de trabajo es la atención al cliente, ya que se generarán muchas preguntas y hay que responderlas con mucha atención. Cada respuesta puede ser una preventa. Hay que recordar que están comprando a varios meses vista un producto que aún no tienes y no saben si funciona. Es una confianza que debe de ser correspondida. Tras recibir la aportación no puedes desatender a los clientes. Hay que alimentarlos con novedades e informarles de las acciones que se están realizando para crear el producto. También funciona muy bien los juegos en base a objetivos de forma que cuanta más gente apoye el proyecto, y más dinero se obtenga, los mecenas puedan elegir cambiar el color, materiales, modelos... del producto que van a obtener. Lo más importante es el sentimiento de pertenencia que tienen aquellos que han apostado por tu sueño.

Al finalizar la campaña y recaudar el dinero, ¿qué fallos se suelen cometer?

El error más importante es no hacer el análisis al céntimo de los costes antes de empezar. Por ejemplo, el coste de logística y de fabricación es básico. Obviamente no siempre se conoce el proceso completo de fabricación de un producto físico y no suele ser un error fulminante. La gente entiende que es la primera vez que lo haces. Pero si no se tiene cerrada la contratación con la fábrica y la logística se puede perder mucho dinero. Este trabajo hay que hacerlo antes de empezar.

Escuche la entrevista íntegra con Ramón Perez en el programa "Conéctate al día".