Se presentó en el plató con su atuendo habitual: de riguroso negro, con chaleco, el torso desnudo y tocado con un sombrero de copa circundado por unas gafas propias de los aviadores de principios del pasado siglo, al estilo de los personajes de Mad Max.

"Hola. Me llamo Moisés. Soy de Tenerife, pero estoy viviendo en Alemania", fue su presentación. Desde la mesa del jurado, Paz Padilla le preguntó: "¿Y qué vas a hacer?". La respuesta, inmediata y acaso hasta tramposa: "Voy a bailar. Bueno, lo que voy a hacer es difícil de explicar...".

Y ciertamente bailó, pero solo unos pasos, como simple introducción de un número espectacular en el que mostró sus fabulosas dotes de faquir, desde un inicio en el que mostró las posibilidades casi irreales en las que desde el contorsionismo es capaz de deformarse el cuerpo, pasando por el fuego como protagonista y terminando con un duelo cara a cara con el cortante vidrio.

Flexible, individual, innovador, Moisés Ugidos exhibió sus habilidades y se despidió con un regalo inesperado, preparado para Eva Isante. Moi le pidió que lo acompañara sobre el escenario y se subiera sobre su cabeza, que previamente había hundido sobre una cama de cristales rotos. Tras hacerlo, y llorando "de impresión", Eva se rendía: "Estoy conmocionada. Ser tu cómplice en esa peligrosidad me ha hecho sentir muchísimas cosas muy potentes. He pensado decirte que no subía... Ha sido alucinante".

Risto se sumaba a los elogios: "Moisés, tenía muchas ganas de pronunciar estas tres palabras: Lo nunca visto. Gracias", y añadía que era una pena no poder darle el llamado pase de oro, reservado a quien realmente lo necesitara. Sin embargo, dejaba caer a sus compañeras un mensaje cómplice: "Si le dais un no?", dijo. Paz y Eva se la jugaron, él las asustó haciéndoles creer que las había engañado, pero no fue así. Risto cumplió y le dio su pase de oro a Muy Moi para, a continuación, exclamar: "Quedaos bien con su cara, porque este chaval va a llegar muy lejos en este programa y más allá".

Tras haber superado esta experiencia, Moi asegura que desde el comienzo del espectáculo se vio atenazado y sintió verdadero "terror". No podía dejar de observar "de fondo la cara de Risto Mejide, con esa expresión suya, tan particular: la mano apoyada en la frente y la mirada hacia abajo". Es más, "era como un láser que me quemaba por dentro", dice.

Ante tal circunstancia, lo que se planteó Moi era que "tenía que ser fuerte y aguantar el desafío". Y lo logró: "un pase de oro de Risto es lo máximo".

Acostumbrado a desarrollar su espectáculo en la calle, el hecho de verse en un plató representó para él "un escenario más intimidante. En un espacio abierto me siento más seguro, pero ahí rodeado de luces y cámaras, la cosa cambia bastante".

Ahora se le plantea el reto de montar una actuación que sea capaz de sorprender en la ronda de semifinales. "Es complicado, pero representa una oportunidad de hacer algo increíble", dice. Tiene unos números pensados y el programa lo está ayudando mucho para practicar. El resto será cosa del talento de este tinerfeño.

Moisés Ugidos "Moi"

ARTISTA

Vea en su móvil la actuación del artista tinerfeño Muy Moi en el programa "Got Talent".