Mark Zuckerberg favoreció el ascenso de Trump al poder y ahora tendrá que pagar por ello. Facebook tendrá previsiblemente que pagar en Estados Unidos una multa "multimillonaria" -unos 1.400 millones de euros- por la filtración masiva de datos de usuarios, que luego fueron usados en la campaña electoral de 2016 para agitar las redes y radicalizar al electorado estadounidense en favor de Trump.

En marzo de 2018, los periódicos The New York Times y The Guardian destaparon el escándalo de Cambridge Analytica. Esta empresa de minería de datos y análisis electoral -formada por uno de los grandes financiadores de Trump, el republicano Robert Mercer, y por el ultraderechista Steve Bannon, exasesor del actual presidente- obtuvo los datos personales de unos 50 millones de usuarios de la red social y los usó para personalizar los mensajes políticos que recibiría cada uno de ellos, ajustándolos a su perfil político. Así logró influir en la campaña electoral de 2016 que dio la victoria a Trump. Cambridge Analytica también ofreció sus servicios, sustentados en esta formidable base de datos, a los partidarios de la salida del Reino Unido de la UE durante el referéndum que dio vía libre al brexit.

La filtración de datos causó a Facebook la mayor crisis de reputación de su corta historia (fue creada en 2004) y un inmediato desplome de acciones que se tradujo en una descapitalización de 6.000 millones de dólares. Zuckerberg tuvo que dar la cara en el Capitolio y ahora, según desvela The Washington Post, su empresa está negociando con la Comisión Federal de Comercio una multa que hará historia: "Sin precedentes". Serán miles de millones, pero no acabarán con un gigante mundial con 56.000 millones de dólares de ingresos anuales, cuyo modelo de negocio consiste en la captación de los datos personales de sus usuarios para ponerlos al servicio de otras empresas con fines publicitarios o electorales, ya que Facebook permite personalizar con extraordinaria precisión la publicidad que recibe cada usuario en función de la multitud de datos que revela cada vez que hace clic.

La Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) y Facebook están negociando la cuantía concreta de la sanción. La compañía de Zuckerberg argumenta, según se detalla en un análisis publicado por la revista Recode, que en el momento en que Cambridge Analytica se hizo con los datos, no estaba prohibido que el desarrollador de una aplicación "empotrada" dentro de la Facebook recopilase datos de los usuarios, que fue lo que ocurrió. Pero las reglas se rompieron cuando ese desarrollador vendió los datos a Cambridge Analytica. Según la FTC, eso vulneró un acuerdo suscrito en 2011 por Facebook con esta comisión federal en el que se precisaba que los usuarios deberían dar su consentimiento expreso si se producía un cambio en las políticas de la empresa y que Facebook no permitiría ninguna "tergiversación" relativa a la seguridad de esos datos. La filtración de los datos, según la FTC, sería precisamente esa "tergiversación", que se produjo cuando Facebook permitió que un tercero recopilase datos y que luego se los vendiera a una empresa como Cambridge Analytica.

Ahora el debate está en el método para cuantificar la sanción. En el acuerdo citado de 2011 se establecía que Facebook podría ser multada con 16.000 euros por día por cada violación de la intimidad. La pregunta que los expertos se hacen es si cada uno de los 50 millones de usuarios cuenta como una violación. Sea cual sea el resultado, aunque se prevé que Zuckerberg va a tener que pagar caros los platos rotos, la sanción máxima prevista solo representaría el 2% de la facturación anual de la compañía. De todas formas, las cifras que se barajan marcarían la diferencia. Recode apunta que la anterior sanción récord que aplicó la FTC por vulnerar la privacidad fue a Google en 2012, cuando le impusieron 22,5 millones de dólares de multa (19,7 millones de euros). El mes pasado, Francia impuso una sanción de 50 millones de euros también a Google porque el uso que daban a la información recopilada de sus usuarios entraba en colisión con la nueva legislación de protección de datos de la UE.

En la investigación de la FTC no solo está pesando el fiasco de Cambridge Analytica, también otras evidencias de que la compañía de Zuckerberg se ha convertido en el mayor repositorio de datos de la historia de la humanidad, pero es incapaz de garantizar la privacidad de sus usuarios. Así, están evaluando el error de software que se produjo el pasado verano, que cambió la configuración de privacidad de 14 millones de personas sin su conocimiento, o la brecha de seguridad que se abrió en septiembre pasado y que permitió a los piratas informáticos acceder a los datos privados de 50 millones de personas.

La sanción más alta en EEUU por un hecho similar solo llegó a 20 millones