Llegó el día, tras varios meses de trabajo, los 55 equipos integrados por estudiantes canarios de prácticamente toda las Islas se pudieron enfrentar ayer a la final regional de First Lego League, organizado por el Cabildo de Tenerife, a través del área 2030 e INtech Tenerife. En el IES Marina Cebrián, que acogió este año el evento, se respiraba nervios. Los estudiantes, con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, corrían de un lado a otro del instituto con cajas donde guardaban sus robots construidos a base de lego, discutían sobre la estrategia que debían seguir con sus entrenadores, intentaban mantener su maqueta al resguardo de los vaivenes del momento pero, sobre todo, se encargaron de llenar el recinto con risas y emoción.

Durante toda la mañana de ayer, los participantes compitieron por 13 galardones, dos de ellos les llevarían directamente a la final nacional: el primer premio Fundación Scientia al ganador y el segundo premio Tenerife 2030 al ganador. El primero recayó en el equipo que mejor integró su proyecto científico acerca del espacio con el funcionamiento de su robot, que este año resultó ser Britalego. El segundo premio, el Tenerife 2030 al ganador, lo recibió el equipo de IES Bañaderos.

Los más pequeños, que participaban en su propia categoría, FLL Júnior, se apelotonaban por fuera de unas salas habilitadas para presentar su proyecto científico. En los pasillos se respiraba la nerviositis aguda de algún que otro pequeño, pero al final todos tenían claro que lo importante del concurso es participar y, sobretodo, pasarlo bien.

A pequeños y grandes se les encomendó la tarea de buscar soluciones a la vida en el espacio, temática en la que estaba basado este año el torneo bajo los títulos Into Orbit y Mision Moon. Así, mientras algunos optaban por buscar un método para conseguir agua, otros construyeron robots diseñados para reparar las naves cuando estuvieran en el espacio.

La jornada científica se completó con la ya habitual Feria de la Ciencia, que este año obtuvo mayor afluencia de visitantes que nunca. Física, biología, química, matemáticas o astrofísica, cualquier profesión científico-técnica existente en el mercado actual estaba representada en los stands ubicados en el patio del IES Marina Cebrián. Los niños, que pasaban con mucha curiosidad, pudieron descubrir cómo funcionan los antibióticos o qué fósiles hay en Canarias, así como ver el sol de cerca. Todo ello de la mano de distintos investigadores, la mayoría de la Universidad de La Laguna (ULL) y su Fundación General a través de Ciencia ULL.

En unos años, los niños empezarán a integrar el mercado laboral, y algunos de ellos también el tejido investigador de las Islas y, con suerte, muchos de ellos recordarán aquel día en que los legos les llevaron al espacio.