El cine empieza a consolidar su presencia de forma estable en el Tenerife Espacio de las Artes de Santa Cruz (TEA), en el que a las películas que se proyectan todos los fines de semana, las presentaciones y estrenos de filmes rodados en Canarias y la convocatoria de ayudas a la producción de distintos tipos de audiovisuales se añade ahora la apertura de un nuevo servicio, El Videoclub.

Este proyecto, que se ha instalado donde estaba el Área 60 del TEA con una capacidad para una veintena de personas sentadas, se estrena ya con la proyección de un programa inaugural que se titula ''Una ruta hacia el cine expandido'' y propone una reflexión sobre el sentido de la imagen y el lenguaje cinematográfico.

"La intención es crear un espacio para ver el cine al que no se puede acceder habitualmente en las salas comerciales y que, a veces, tampoco pueden programarlo las filmotecas. También los audiovisuales que se generen con las ayudas a la producción que ofrece el TEA y el Cabildo de Tenerife. La idea es hacer pequeños ciclos en los que se reflexione sobre el cine como un lenguaje en sí, que afecta no solo a la industria del cine sino al videoarte", destacó el director artístico del TEA, Gilberto González.

El visitante podrá visionar todos estos trabajos de manera gratuita de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas, en el espacio habilitado al efecto. El Videoclub cambiará los primeros martes de cada mes su programación para configurar así una playlist colectiva que acabe por determinar un modelo del cine que ha configurado como sociedad contemporánea. Por este motivo, las personas que lo deseen pueden hacer llegar propuestas de títulos para proyectar en este espacio al correo tea@tenerife.es explicando el porqué de su selección.

Los tres títulos, que se proyectarán en bucle hasta el próximo 31 de marzo son Asalto y robo de un tren (The great train robbery), de Edwin S. Porter (Estados Unidos, 1903); Anchorage, de Shirin Neshat (pieza de 1996 que forma parte de la Colección Ordóñez Falcón de Fotografía), y Adiós al lenguaje (Adieu au langage), de Jean-Luc Godard (Suiza, 2014).

Este ciclo toma su nombre del libro que en los años 70 escribió el crítico y teórico del cine Gene Youngblood Expanded cinema, en el que "popularizó un término que hacía referencia a las obras audiovisuales que deconstruían el lenguaje cinematográfico y que abandonaban la narrativa clásica para trascender la oscuridad de la sala de cine y ser exhibidas en espacios destinados al arte", aseguran los promotores de esta iniciativa.

Según González, el objetivo es que haya cine de ensayo, como la película de Godard o también clásico, como la de Asalto y robo a un tren, y videocreación, como Anchorage.

"Son películas que habitualmente no podemos verlas en los cines comerciales. Nos hemos dado cuenta de que hay una gran demanda de cine por parte de la ciudadanía como lenguaje, de entender más. Estos ciclos lo que intentan es establecer esas relaciones y dar más herramientas al público para entender y discutir de cine", puntualizó.

El TEA posee una docena de videocreaciones de la Colección Ordóñez Falcón de Fotografía, como Anchorage, algunos de los cuales se incluirán en los diferentes ciclos que se organicen. También se espera establecer colaboraciones con Filmoteca Canaria y con el Centro de Creación Contemporáneo de Andalucía, C3A, en Córdoba.

"Vamos a establecer una línea de colaboración y de intercambio con ellos. También estamos interesados en adquirir los derechos de una película del cineasta lituano Jonas Mekas", uno de los máximos exponentes del cine experimental estadounidense, indicó González.

El Videoclub, que nace con espíritu de continuidad, comienza su andadura con Asalto y robo de un tren, filme mudo de doce minutos de duración que narra el asalto a un tren por parte de unos bandidos. Esta película está considerada la primera cinta americano que influyó en el desarrollo del cine al incluir innovaciones como el género elegido (western) y, sobre todo, en el montaje de las escenas para la consecución de una unidad coherente.

En Anchorage, primera pieza de videocreación de la artista iraní Shirin Neshat de cuatro minutos, aparece la propia autora improvisando canciones del folclore musical iraní, quien en un momento dado, empuña un revolver y apunta al espectador.

Adiós al lenguaje , con 70 minutos de duración, se proyecta en versión original en francés con subtítulos en español. Cuando un perro callejero se muda de la ciudad al campo a lo largo de varias temporadas, una mujer casada y un hombre soltero se conocen, enamoran, discuten y pelean.