Pasión por el arte flamenco y los mensajes que encierran muchos de los cuadros realizados por artistas como Brueghel el Viejo es lo que encendió la vena literaria de Manuel López Ramírez (Sevilla, 1949), quien hoy presenta su segunda novela, El tesoro de la Hulpe, a las 19:00 horas, en el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

Esta obra, cuya trama se desarrolla a caballo entre el siglo XVI, "en el que no hay un cuadro que no tenga un mensaje", y la actualidad, es continuación de la trama que perfiló en su primera novela, El tercer cuadro, otra historia que tiene como fondo la pintura flamenca, objeto de su plena admiración.

"Esta obra es una continuación de la anterior, de El tercer cuadro, que se centró en la búsqueda de una pintura concreta, La torre de Babel, de Pieter Brueghel el Viejo (1530-1600). Se trataba de ver todo aquel periodo del siglo XVI, en el que gobernábamos en Flandes, los problemas y preocupaciones que había en aquella época", explicó este piloto retirado del Ejército del Aire español.

Todo el material que le quedó tras aquella labor de investigación y documentación que realizó para materializar aquella novela, auxiliado también por los exhaustivos conocimientos de la pintura flamenca del experto herreño Matías Díaz Padrón, exconservador del Museo del Prado, le indujeron a abordar esta nueva entrega, en la que vuelve a ser protagonista el equipo de investigación de Víctor Sanz en la actualidad. En esta ocasión tiene que localizar unos cuadros ocultos del siglo XVI que detectó tras hallar una pintura en la casa en la que vivió en Madrid el soldado Lope Albarrán en 1570.

"Aquel libro quedó inconcluso en el sentido de que había muchas obras escondidas que no se sabía dónde estaban de acuerdo a lo que se iba descubriendo. Son acciones que ocurren en el siglo XVI, pero son investigadas por un equipo actual", matizó.

El tesoro de la Hulpe, un pueblo belga, se inscribe en el género de la novela histórica de ficción, aunque se basa en datos y personajes reales, aunque hay otros inventados, con ciertos toques de novela negra. "La obra contiene intriga, aventura, amor, secuestros, humor y sectas secretas, entre otros elementos que enganchan", apuntó, además de situaciones como cuando llegan a la iglesia de Hulpe, donde están los cuadros, con cámaras secretas y tumbas al estilo Indiana Jones.

Dan Brown, conocido por El código Da Vinci, o Ken Follett son algunos de los autores de referencia que más le atraen últimamente como lector, tendencias presentes en parte en el estilo que ha imprimido López Ramírez a sus propuestas literarias.

Personajes históricos como el Cardenal Gravela, el Príncipe de Orange o Alejandro de Farnesio participan en esta novela junto a Víctor Sanz y su grupo de investigadores, quienes cohabitan en un periodo comprendido entre los años 1550-1580 hasta 2010.

Este escritor novel, que encierra mucho talento y originalidad entre sus sienes, confesó que "me encanta el arte y mi proyecto principal es difundir la pintura flamenca. Me metí en esto después de escribir mi primera novela".

Ahora está embarcado en un loable proyecto, hacer un inventario de las obras de arte flamenco existentes en cada una de las islas canarias, además de tratar de difundirlas lo máximo posible entre el público.